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LA ORACIÓN

 

INTRODUCCIÓN

 

La oración es absolutamente necesaria para la vida espiritual. Es como la respiración que permite que la vida del espíritu se desarrolle. En la oración se actualiza la fe en la presencia de Dios y de su amor. Se fomenta la esperanza que lleva a orientar la vida hacia Él y a confiar en su providencia. Y se agranda el corazón al responder con el propio amor al Amor divino. En la oración, el alma, conducida por el Espíritu Santo desde lo más hondo de sí misma, se une a Cristo, maestro, modelo y camino de toda oración cristiana y, con Cristo, se dirige a Dios Padre.

 

¿POR QUÉ ORAMOS?

 

  • Es una manera de expresar nuestra relación íntima con Dios.

  • Una forma de comunicarnos con Dios.

  • La oración es la más íntima de las comunicaciones que un ser humano pueda tener. En la privacidad de la oración la persona puede desahogarse de sus necesidades más profundas, sus sentimientos y sus deseos.

  • Jesús nos enseñó la importancia de la oración con su ejemplo.

  • Examine la intensidad de la oración de Jesús en Juan 17.

  • La oración es una forma de expresar nuestra fidelidad a Dios.

  • La oración tiene un poder terapéutico muy especial.

 

La intensidad de la oración de Jesús (Juan Capítulo 17)

 

17:1 Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; 
17:2 como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. 
17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. 
17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. 
17:5 Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese. 
17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me los diste, y han guardado tu palabra. 
17:7 Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, proceden de ti; 
17:8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. 
17:9 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son, 
17:10 y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y he sido glorificado en ellos. 
17:11 Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, a los que me has dado, guárdalos en tu nombre, para que sean uno, así como nosotros. 
17:12 Cuando estaba con ellos en el mundo, yo los guardaba en tu nombre; a los que me diste, yo los guardé, y ninguno de ellos se perdió, sino el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliese.
17:13 Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo, para que tengan mi gozo cumplido en sí mismos. 
17:14 Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
17:15 No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal. 
17:16 No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. 
17:17 Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 
17:18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 
17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. 
17:20 Más no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, 
17:21 para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 
17:22 La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 
17:23 Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como también a mí me has amado. 
17:24 Padre, aquellos que me has dado, quiero que donde yo estoy, también ellos estén conmigo, para que vean mi gloria que me has dado; porque me has amado desde antes de la fundación del mundo. 
17:25 Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. 
17:26 Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos.

 

LA ESTRUCTURA DE LA ORACION

 

  • Alabanza o adoración

  • Acción de gracias

  • Intercesión

  • Suplica

  • Cierre

 

Ejemplo de como la Oración del Señor se utiliza para identificar la estructura de la oración:

 

  • Alabanza:    Padre nuestro que estás en el cielo, 

  • Acción de Gracias:   Santificado sea tu nombre. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. 

  • Intercesión:   El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. 

  • Súplica:   Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; 

  • Cierre:   porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén

 

TIPOS DE ORACION USADOS EN EL CULTO DE ADORACION

 

  • Adoración: Esta es la oración que se hace al comienzo del culto reconociendo la presencia de Dios en el lugar de adoración y expresando a Dios el culto como un acto de nuestra respuesta a su amor.

 

  • Confesión: En esta oración comunal reconocemos y admitimos que no vivimos a la altura de la voluntad de Dios y que continuamente estamos errando en nuestras acciones o pensamientos, consciente o inconscientemente.

 

  • Iluminación: A través de esta oración pedimos que el Espíritu Santo nos ayude a entender las escrituras que van a ser leídas y que ayude a aquel o aquella que la va a interpretar o exponer. Esta oración siempre se usa antes del sermón.

 

  • Acción de gracias (Ofertorio): Es el acto de reconocer que todo lo recibimos como un regalo de Dios, en ella expresamos nuestra gratitud por todos los bienes que Dios nos da y las bendiciones que nos imparte.

 

  • Oración pastoral o de intercesión: La oración de intercesión es una que se hace en favor de otra persona o personas. En esta oración se pide la intervención Divina y la salud para los enfermos.

 

  • Bendición o Clausura: Esta oración cierra la celebración del culto público a Dios. Ella no cierra nuestra adoración a Dios que debe ser continua, sino que nos prepara para ir a ser testigos en el mundo.

 

MOMENTOS EN LOS CUALES PODEMOS USAR LA ORACION

 

  • Acción de gracias

  • Cuando estamos dolidos o dolidas y tenemos necesidad de apoyo

  • Apoyo espiritual en la crisis

  • Orar por nuestros decisiones presentes y futuras

  • En tiempo de incertidumbre

  • El dolor y la tragedia mundial

  • Por el día de estrés

  • Por la sanidad física

  • Pregunte al grupo por otras necesidades

 

EJEMPLOS DE ORACIONES EN LA BIBLIA

 

  • La oración de Ana - 1 Samuel 2:1-10

  • La oración de David - 2 Samuel 9:18-29

  • Salomón ora por sabiduría - 1 Reyes 3:1-9

  • Oración de dedicación - 1 Reyes 8:22-53

  • Otra oración de David - 1 Crónicas 17:16-27

  • Oración por la recuperación - Salmo 6

  • La majestad Divina y la dignidad humana - Salmo 8

  • Petición de ayuda frente al enemigo - Salmo 10

  • Oración de sanidad y perdón - Salmo 51

  • Oración por Jerusalén - Salmo 122

  • Oración pidiendo protección del mal - Salmo 141

  • Oración de acción de gracias - Romanos 1:8-15

 

JESÚS INVITA A ORAR.

 

Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos. Mateo 5:44-45.

 

Entonces llegó Jesús con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a sus discípulos: Sentaos aquí, entre tanto que voy allí y oro. Y tomando a Pedro, y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse en gran manera. Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú. Mateo 26:36-39.

 

Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar; Marcos 6:46.

 

Más él se apartaba a lugares desiertos, y oraba. Lucas 5:16.

 

En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Lucas 6:12.

 

Aconteció como ocho días después de estas palabras, que tomó a Pedro, a Juan y a Jacobo, y subió al monte a orar. Lucas 9:28.

 

También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar, Lucas 18:1.

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