HISTORIA DE LAS RELIGIONES II
|
|
|
|
|
|
|
|
|
HISTORIA DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ
Puede decirse que la iglesia de los Testigos de Jehová fue fundada en 1870 por Charles Taze Russell.
Charles Taze Russell nació en 1852 en Pensilvania, USA. Ya desde niño tenía grandes inquietudes religiosas pues no aceptaba algunas de las creencias de las iglesias que le rodeaban.
Después de estudiar diversos sistemas de creencias llegó a la conclusión de que la Verdad sólo podría encontrarse en la Biblia y, para descubrirla, en 1870 comenzó a reunirse con otras personas inquietas como él para estudiar las Escrituras.
Conocidos al principio como los Estudiantes de la Biblia, sus actividades se extendieron en muchas direcciones comenzando a predicar en Europa en 1900.
En 1916 murió Charles T. Russell a la edad de 64 años y fue llorado por muchos miles de seguidores.
Sus sucesores continuaron su labor y en 1931 se cambió la denominación de los Estudiantes de la Biblia, siendo conocidos desde entonces como Testigos de Jehová.
Durante varias épocas y en muchos países, los miembros de esta religión han sido perseguidos por sus gobiernos por su negativa tajante al uso de armas y a intervenir en asuntos políticos.
En la Alemania nazi fueron enviados a campos de exterminio por negarse a ejecutar el saludo nazi, pero no corrieron mejor suerte en USA ni otros países donde fueron encarcelados por su negativa a ingresar en el ejército como combatientes.
Actuando como verdaderos mártires de la fe, los testigos de Jehová arrostraron todas las calamidades superándose a sí mismos en cada nueva dificultad que superaban.
Su comportamiento ético y la fortaleza de sus convicciones hicieron que fueran admirados y seguidos por muchas personas aun cuando discreparan en sus ideas religiosas.
Superadas las prohibiciones de muchos países a su entrada, hoy en día es una de las religiones más seguidas del mundo.
Creencias y Costumbres de los testigos de Jehová
La creencia fundamental de los Testigos de Jehová es que la Biblia ha sido escrita por completo bajo la inspiración divina, de ahí que no pueda contener falsedad ninguna.
Partiendo de este supuesto, los TdJ estudian las escrituras, algunas en sus versiones e idiomas originales para descubrir el significado real de muchos dichos de la Biblia que durante siglos han podido ser mal traducidos.
Las conclusiones a las que han llegado son las siguientes:
Jehová es el único Dios verdadero, creador de todo y el único al que se debe adorar.
Jesús es el Hijo de Dios, creado al principio de los tiempos, antes de la creación.
Satanás también es un Hijo de Dios, pero pecó de soberbia y fue castigado.
Dios creó el mundo y a la humanidad, pero Satanás corrompió al hombre haciéndole pecador.
Para rescatar a la humanidad, Jehová envió a su Hijo, Jesús, que se encarnó en la Tierra. Su muerte y resurrección sirvió para pagar el precio del rescate de la humanidad.
Jesús volverá al final de los tiempos para reinar sobre la humanidad.
144.000 santos ascenderán al Cielo para gozar de la presencia divina.
Los demás justos vivirán por siempre en la Tierra, que habrá sido convertida en un paraíso.
Aparte de sus creencias, los TdJ observan unas normas de conducta sumamente éticas, intentando en todo momento ser fieles a la moral cristiana.
Entregan el diezmo de sus ganancias a la congregación para que ésta lo administre para su sostenimiento o ayudas a los necesitados.
Mantienen siempre su aspecto limpio y aseado aunque no tienen normas estrictas en su forma de vestir.
Se muestran respetuosos y educados con todas las personas, sean o no de su religión.
No son racistas, ni sexistas, y cuando un miembro de su congregación tiene problemas se vuelcan para ayudarle.
HISTORIA DEL ISLAM
Aunque el Islam nació como religión en el año 622, convendría remontarse mucho más al pasado para comprender algunas de sus tradiciones.
Los árabes se consideran a sí mismos descendientes de Ismael, el único hijo legítimo de Abraham que, a punto de ser sacrificado en un holocausto fue salvado en el último momento por la mano de Dios. Esto es justo lo contrario de lo que dicen los judeocristianos, que consideran a Isaac el legítimo heredero de Abraham.
Más adelante, siempre según los musulmanes, Isaac fue expulsado por Abraham y tras numerosas vicisitudes y quedar en la miseria, sus descendientes tuvieron que emigrar a Egipto donde fueron esclavizados hasta su rescate por Moisés.
Ismael, mientras tanto, se convirtió en patriarca a la muerte de su padre, Abraham, e hizo que se cumpliera la promesa que Dios le hizo a su padre al convertirse en el padre de una gran nación.
Durante miles de años los árabes conservaron sus costumbres a salvo en un desierto en el que pocas fuerzas invasoras podían entrar.
Las ciudades árabes se convirtieron en centros económicos y culturales, encrucijadas de todas las caravanas que recorrían el mundo y cuna de las primeras universidades de la historia.
Allí nació, en el año 570dC, Muhammad, mal nombrado por los occidentales como Mahoma. Tuvo una infancia bastante desventurada pues su padre murió antes de nacer él y su madre lo hizo a los pocos años.
Criado por una nodriza beduina, a los diez años apacentaba el ganado de unos vecinos cuando un tío suyo lo llevó a una caravana. Desde entonces recorrió muchos países en numerosas expediciones comerciales destacando como un negociante hábil, excelente conductor de caravanas y el más honrado de cuantos comerciantes se pudieran encontrar en Medina o La Meca.
El año 605dC un incendio quemó las cortinas del pabellón donde se guardaba la Kaaba, en La Meca.
La Kaaba era una roca meteórica que, según la tradición, había sido erigida por Adán y, siglos más tarde, restaurada por Abraham e Ismael para consagrarla como Casa de Dios. Muhammad participó en su reconstrucción y se dice que ya por entonces era conocido por al-Amín, el honesto.
Desde aquél año Muhammad tomó la costumbre de ayunar una vez al año retirándose a vivir en unas cuevas. En su quinto retiro, teniendo 40 años, se le apareció el Arcángel Gabriel que le conminó a mantenerse fiel a unos nuevos principios religiosos.
Durante varios años Muhammad mantuvo su visión en secreto pero años más tarde nuevas visiones le encomendaron que predicara a sus familiares y amigos y por fin a todo el mundo.
Condenando la idolatría, el politeísmo y el ateísmo, Muhammad se ganó muchos enemigos en La Meca, por lo que el año 622dC tuvo que huir con un centenar de seguidores para refugiarse en Medina.
En Medina su situación cambió radicalmente, fue bien recibido por la mayor parte de la población, sus ideas eran adoptadas casi de inmediato.
Reuniendo a los líderes de diversas religiones, judíos, árabes y cristianos, les propuso convertir Medina en una nueva ciudad estado, escribió la primera constitución de la historia, unificó la política con la religión para simplificar el control de la ciudad.
Enfrentado en una serie de guerras contra los mekíes consiguió varias victorias hasta que por fin logró imponer el Islam en toda Arabia.
Diez años después de huir de La Meca murió dejando una Arabia unida bajo la bandera del Islam.
En los años sucesivos la expansión del Islam fue meteórica, llegando apenas cien años más tarde a dominar todo el norte de África, la península ibérica, y hasta parte de Turquía en el Mediterráneo mientras por el Este sus conquistas llegaron hasta la India y parte de China.
Hoy en día hay musulmanes en todo el mundo aunque su influencia política está centrada sólo en los países del medio y cercano oriente y el norte de África.
Creencias y Costumbres del Islam
Aunque Muhammad no lo hizo personalmente, sus seguidores fueron durante toda su vida recopilando las frases y sentencias por él pronunciadas cuando estaba en comunicación con Alá. De esta recopilación, ordenada y publicada por él mismo, salió el Corán, el libro sagrado de los musulmanes.
La religión musulmana se apoya en cinco pilares fundamentales:
La profesión de Fe: No hay más dios que Alá y Muhammad es su profeta.
La oración: celebrada en comunidad, cinco veces al día en dirección a La Meca
La limosna: Recaudada como un impuesto por el gobierno para que éste lo use en beneficio del Islam.
El ayuno: Durante el mes de Ramadán no se debe ingerir nada durante el día.
La peregrinación a La Meca: Al menos una vez en la vida.
Aparte de estos "pilares del Islam", existen una serie de normas que regulan la vida de los musulmanes.
El gobierno es teocrático, todas las leyes están supeditadas al Corán, que hace las veces de constitución.
Está prohibido el alcohol y la carne de cerdo.
Hombres y mujeres son iguales, pero al tener los hombres más responsabilidades, ya que tienen que mantener la casa, también tienen más derechos, un hijo, por ejemplo hereda el doble que una hija.
Un hombre tiene derecho a tener hasta cuatro esposas, pero siempre con el consentimiento de las anteriores. Si una esposa le niega ese consentimiento, el marido puede repudiarla.
El hombre es débil en la carne y para evitar el pecado de la lujuria las mujeres deben vestir de forma que no inciten en el hombre pensamientos pecaminosos.
Si una mujer no atiende debidamente sus deberes, el marido tiene derecho a reprenderla y, si esto no surte efecto, a castigarla físicamente, pero sin usar una fuerza excesiva.
Los delitos son juzgados según la ley del Talión, ojo por ojo, diente por diente.
El musulmán intentará siempre que pueda ejercer la Jihad, mal traducida en occidente como "guerra santa". En realidad significa "afán de reformar la Tierra", y para ello el musulmán intentará influir en la política de los países extranjeros para que las leyes se asemejen al ideal islámico.
Por último hay que indicar que el Corán recomienda ser tolerantes con otras religiones monoteístas y no tener prejuicios raciales, cosa que ha influido muy positivamente para ser aceptada por pueblos oprimidos por causa de su raza como los negros americanos.
HISTORIA DEL ATEISMO
No parece tener mucho sentido hablar de la historia del ateísmo ya que nunca ha existido un movimiento organizado que sustente estas ideas tal como las demás doctrinas religiosas han formado iglesias con el fin de difundir y mantener sus creencias.
Pero aunque no ha existido ninguna "iglesia atea", siempre ha habido ateos, personas que por una u otra razón creen que no existen los dioses.
Tampoco hay que confundir a los ateos con los agnósticos. Esto últimos consideran que la existencia de Dios es algo que no se puede demostrar ni refutar. Los ateos en cambio creen que no existe Dios.
A pesar de que los ateos han existido desde el principio de la historia, nunca ha sido posible demostrar que Dios no existe. Esto no significa precisamente que sí exista, ya que a pesar de que los creyentes han sido mayoría durante todo el transcurso de la historia, tampoco ninguno de ellos ha podido demostrar jamás que Dios exista.
Todo esto parece apoyar la postura de los agnósticos, pero muchos ateos asumen y defienden sus creencias con un rigor y una "fe" tan fuertes e inquebrantables como un creyente las suyas, por lo que las polémicas entre ambas ideologías han sido siempre bastante fuertes.
Durante siglos los ateos han tenido que ocultar sus ideas antes de enfrentarse a una religión demasiado autoritaria como ha sido el cristianismo, pero en el último par de siglos las ideas ateas se han ido difundiendo cada vez con más fuerza. Aún hoy en día el ateo está mal visto por la mayoría de la sociedad pero ya no está tan perseguido ni se expone a las represalias que hubiera sufrido en siglos anteriores.
En todas las religiones descritas hasta ahora se ha mencionado a alguna persona que ha dado origen a una idea o a una creencia religiosa, llámese Abraham, Moisés, Jesús, Muhammad, Lutero, José Smith o Charles Taze Russell.
Y si en el ateísmo tuviésemos que nombrar a alguien similar, sólo se me ocurre una persona:
Bertrand Russell
Nacido en 1872, en Gran Bretaña, estudió matemáticas y filosofía. Después de graduarse en Cambridge viajó por varios países y en 1902 publicó Principios de Matemáticas, obra en la que usaba la lógica matemática para asentar los principios de la filosofía y la lógica filosófica para redefinir varios conceptos matemáticos. Esta obra le hizo ganar fama mundial en los círculos matemáticos y filosóficos.
Su interés por temas sociales le llevó a participar en manifestaciones de protesta contra la Primera Guerra Mundial condenando a ambos bandos. Esto hizo que fuera encarcelado por las autoridades. Al terminar la guerra viajó a Pekín, donde fue profesor en la universidad regresando en 1928 para dirigir una escuela privada en la que se impartía un sistema de enseñanza muy innovador.
Desde el año 1938 fue profesor en varias instituciones estadounidenses y en el 41 fue contratado por la universidad de New York para ocuparse de tres cursos.
Siendo ya conocido por mucha gente, algunas de sus ideas (socialista, ateo, pacifista, liberal) ofendieron a ciertos ministros de la iglesia que le atacaron a través de los periódicos llegando a denunciarle como corruptor de menores. Durante mucho tiempo Russel sufrió los ataques de numerosas personas que querían salvaguardar la pureza virginal de los niños y las jovencitas neoyorquinas (en la universidad de New York, en aquella época, no había ni unos ni otras) y tras numerosas calumnias en los periódicos, la Corte Suprema de la ciudad de New York dictaminó que Bertrand Russell no podría dar los tres cursos ¡de matemáticas! para los que le habían contratado.
En 1944 volvió a Inglaterra donde, a pesar de sus ideas pacifistas apoyó al bando aliado contra Hitler. En 1949 el rey Jorge VI le otorgó la medalla del Mérito y un año después recibió el Premio Nobel de Literatura.
Durante muchos años dio conferencias, escribió libros y participó en debates sobre muy diversos temas, y en lo referente a la religión se declaró siempre un ateo convencido apoyando sus razonamientos con todos los argumentos que le daba su extraordinario dominio de la filosofía y la lógica.
Teniendo ya 89 años fue detenido de nuevo por participar en una manifestación antinuclear.
Murió en 1970, a punto de cumplir los 98 años de edad.
Creencias y Costumbres del Ateísmo
Se puede decir que los ateos tienen una creencia fundamental: Dios no existe.
Esto es algo que nunca se ha podido demostrar "matemáticamente" aunque muchos ateos, Bertrand Russell entre ellos, opinan que la lógica parece confirmar ese aserto.
A partir de ese supuesto y de la observación del universo se puede llegar a las siguientes conclusiones:
El Universo existe por causas naturales, no ha sido creado ni hay un Ser Supremo que dicte sus leyes.
La humanidad ha llegado a existir por causas naturales, evolucionando desde formas de vida inferiores hasta que, merced a las leyes naturales, han dado lugar a la inteligencia humana.
La pregunta "¿Cuál es el sentido de la vida?" no tiene sentido en este contexto. Si el hombre no ha sido creado, el hombre tampoco tiene porqué dar cuenta de sus actos a ningún ser superior, así que cada persona es libre de darle el sentido que prefiera a su propia vida.
Sin embargo, a pesar de lo que piensan muchos creyentes, el ser ateo no implica carecer de moral, al contrario, muchos ateos opinan que lo que diferencia al Hombre de los animales no es sólo la inteligencia, sino también su sentido de la ética.
Y una persona con una ética elevada es tan válida como lo que un cristiano llamaría "un buen cristiano" o un judío llamaría "un buen judío" o un lo que sea llamaría "un buen lo que sea".
En resumen, lo que cualquier persona llamaría "una buena persona".
MI RELIGIÓN
Teóricamente, parece que un ateo no tiene por qué tener religión. Al fin y al cabo, si no se cree en Dios pues no hay nada más que hablar.
Pero sí lo hay.
Para mí, la religión tiene tres aspectos fundamentales: las creencias, la ética y la historia.
Mis creencias son muy simples: Todo cuanto existe ha llegado a existir por causas naturales. No hay ningún ser inteligente capaz de crear nada menos que todo el universo, todo cuanto existe. Argumentar que el universo es tan complejo que por fuerza ha tenido que ser diseñado por un ser inteligente me induce a plantear la siguiente pregunta: Si existe ese ser, Dios, tiene que ser más complejo que el universo, y si el universo no ha podido llegar a existir por sí solo, si ha tenido que ser creado por un ser inteligente, entonces Dios, que es más complejo que el Universo, es aún menos probable que llegue a existir por sí solo, así que por fuerza ha tenido que ser creado por un diseñador aún más inteligente, es decir Super Dios. Y éste a su vez ha tenido que ser creado por Híper Dios, y así sucesivamente.
La argumentación es tan absurda que forzosamente tenemos que cortar por algún sitio. Los creyentes cortan después del primer Dios. Yo corto antes.
Porque si es cierto que el universo existe, no hay ninguna prueba de que exista nada antes del universo.
Puesto que no existe Dios, no hay normas éticas impuestas por ningún dios ni sacerdote. No hay ningún motivo religioso para seguir unos determinados mandamientos u oficiar determinados sacramentos. Tenemos libertad para elegir cómo queremos comportarnos. Podemos decidir vivir sin normas éticas, tomar lo que deseemos y eliminar los estorbos que nos impidan cumplir nuestro capricho. Esto sería muy bonito si no hubiera otras personas, pero si todas las personas actuaran así la humanidad se habría extinguido en guerras hace milenios.
También podemos elegir seguir las normas básicas de la sociedad, pero la mayoría de las sociedades basan su ética en mandamientos dictados por una vieja y caduca religión, mandamientos que a veces han quedado tan obsoletos que es preferible olvidar.
Personalmente yo he decidido elegir mis propias reglas. He leído la mayoría de los mandamientos de varias religiones y de entre ellos he elegido aquellos que considero suficientes y necesarios para llevar una vida feliz y buena.
Mandamientos personales
Ama la Naturaleza
Ama la Vida
Ama la Humanidad
Ama a tu Prójimo
Ama a tu Familia
Ámate a ti mismo
Prohibiciones
No Matar
No Agredir
No Robar
No Mentir
No Odiar
No Despreciar
Obligaciones
Cada momento: Agradece lo que tienes
Cada día: Júzgate a ti mismo
Cada semana: Haz un acto de caridad anónimo
Cada mes: Ayuna un día completo
Cada año: Asiste a enfermos y ancianos
Una vez en la vida: Haz una peregrinación. Esta es mi ética. Sin embargo también tengo defectos, meto la pata, me equivoco. Esto no es pecar, en mi opinión no existe el pecado sino el sentimiento de haber cometido un error y el propósito de no volver a cometerlo.
¿Y para qué?. Si no creo en Dios, ¿para qué me voy a tomar la molestia de seguir unas reglas determinadas que, encima, nadie me ha impuesto sino yo?.
La verdad es que tengo un motivo totalmente egoísta. Si soy capaz de vivir según esos mandamientos, al final de mi vida miraré al pasado y diré: "¡Lo he hecho de puta madre!".
En cuanto a la historia de mi religión, pues es mi historia, la historia de mi educación, de mis vivencias, de mis dudas y de mis convencimientos. Llegué al ateísmo con algo más de quince años y aunque durante muchos años he dejado la puerta abierta a un posible argumento que pudiera convencerme de lo contrario ya hace tiempo que decidí que los argumentos no convencen a las personas.
Somos seres regidos por razonamientos y por emociones. A veces somos capaces de dejar a un lado la lógica más aplastante para seguir impulsos que sabemos que pueden perjudicarnos.
La mayoría de las veces, adoptar una religión es como enamorarse, no sabemos qué es lo que nos impulsa a amar a una persona y no a otra que, probablemente, podría convenirnos más. Los sacerdotes y predicadores saben eso, por eso en los púlpitos no utilizan argumentos racionales para convencer a las personas. Utilizan (y algunos lo hacen bastante bien) argumentos emocionales.
Esas son mis creencias, mis normas éticas, mi historia.
Es una historia corta si la comparo con los cuatro mil años de judaísmo, dos mil de cristianismo, mil cuatrocientos de islamismo, quinientos de protestantismo.
Mi religión apenas empezó a existir el día en que por primera vez empecé a plantearme cuestiones religiosas. Fue creciendo conforme fui madurando algunas ideas y hoy en día es una religión que en mi opinión es bastante sólida, amable y coherente.
Mi religión morirá conmigo, pues si mi religión me sirve a mí, si he encontrado determinadas respuestas, otras personas encontrarán diferentes respuestas, tendrán diferente historia y tendrán una religión diferente.
Ese sería mi deseo, que cada persona sea capaz de elegir sus propias creencias, sus propios mandamientos y vivir de acuerdo a ellos. Que haya cinco mil millones de religiones en el mundo, cada una con un creyente y cada uno respetando las creencias y la manera de ser de los demás.