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HISTORIA DE LAS RELIGIONES I

 

 

      

 

 

 

 

 

 

 

 

 

HISTORIA DE LOS JUDIOS

 

Según las creencias judías, Dios creó el mundo hace unos seis mil años y lo pobló de personas que a lo largo de la historia se han multiplicado hasta habitar todos los confines de la tierra.

 

Con el tiempo muchos de los descendientes de Adán se apartaron de Dios y en numerosas ocasiones éste tuvo que enviar a profetas para advertir a su pueblo que volvieran a sus enseñanzas. Y cuando los profetas no eran escuchados, Dios enviaba serafines, querubines y otros tipos de ángeles para ejecutar los castigos a los que los idólatras y herejes se hacían acreedores.

 

Durante siglos sólo unos pocos de los descendientes de Adán fueron fieles a Dios y éste hizo un pacto con ellos, entregarles una tierra en la que vivirían por siempre libres de toda opresión e injusticia.

 

La promesa se hizo realidad con Moisés que sacó a los judíos de Egipto, donde eran esclavos, y los llevó a las mismas puertas de Canaán para que la habitaran para siempre.

 

Los judíos se enfrentaron en diversas luchas con los pueblos vecinos que deseaban su tierra pero con la ayuda de Dios consiguieron mantener su reino libre de la tiranía de otras naciones.

 

Sin embargo, el pueblo judío era sumamente díscolo en ocasiones y caía de vez en cuando en la idolatría, es por eso que Dios tenía que castigarlos, a veces muy duramente, para que volvieran a sus creencias originales. En varias ocasiones Judea fue arrasada, conquistada y sus habitantes esclavizados y deportados como castigo por su infidelidad, y aunque Dios siempre volvía a llevarles de regreso a su tierra, nunca volvieron a gozar de la libertad que sólo disfrutaron apenas un siglo en tiempos de David y Salomón.

 

El castigo definitivo acaeció en el año 70 dC cuando los romanos destruyeron por completo el reino de Judea. Durante casi dos milenios los judíos fueron proscritos, extranjeros allá donde viviesen, siempre perseguidos y odiados por los cristianos quienes les acusaban de la muerte de Jesucristo.

 

Tras siglos de persecuciones, éstas llegaron a su máximo exponente en tiempos de Hitler, quien los persiguió hasta el punto de exterminar a millones de ellos en un holocausto que removió las conciencias de toda la humanidad.

 

Al terminar la guerra muchos judíos comenzaron a regresar a Palestina, entonces bajo el gobierno del imperio británico. Presionado por la opinión pública de muchos países y la influencia económica que muchos judíos millonarios ejercían en numerosos países, especialmente en USA, Inglaterra aceptó la creación de un estado independiente llamado Israel donde los judíos pudieran volver a vivir en paz.

 

Cientos de miles de judíos de todo el mundo volvieron a la tierra prometida pero la paz no fue duradera.

Mientras los judíos habían estado fuera de Palestina aquellas tierras no habían estado abandonadas, sino que habían sido habitadas y trabajadas por muchas generaciones de palestinos, unos descendientes de los mismos judíos de dos mil años atrás, otros llegados en los siglos posteriores. Tanto unos como otros creían tener el mismo derecho a la posesión de la tierra de sus antepasados, pero la llegada masiva de judíos al comenzar el nuevo éxodo provocó una serie de conflictos que convirtieron el oriente próximo en un polvorín dispuesto a estallar. Desde entonces se han producido numerosas guerras, muertes y sufrimientos y no parece que el fin de esta conflictiva situación esté cerca.

 

Creencias y Costumbres de los Judíos

 

Dios ha creado el universo y todo lo que contiene

El Hombre es la obra suprema de la creación, y la Mujer es su compañera.

Dios estableció un pacto con Adán. Más adelante, cuando muchos de los descendientes de Adán se apartaron del camino del Señor, hizo un nuevo pacto con Noé. Según cambiaban las circunstancias históricas el pacto se iba ampliando, así el pacto que hizo Dios con Abraham era mucho más completo pero la versión definitiva del pacto divino se estableció con Moisés quien dejó escrita la Toráh, los libros sagrados donde se narra la historia del pueblo judío desde la creación hasta la entrada en la Tierra Prometida.

 

En la Toráh se encuentran todas las leyes que los judíos deben obedecer en su vida cotidiana para mantenerse fieles al señor.

 

Muchas de estas normas sirven para mantener un comportamiento ético que permita a los judíos estar más cerca de Dios. Otras normas son simples instrucciones higiénicas o alimenticias incluidas por Moisés en la Toráh para evitar infecciones y enfermedades durante los años de peregrinación por el desierto tras la huida de Egipto. El judío, sin embargo, no debe cuestionar las normas sino acatarlas sin dudas de ningún tipo, no por pensar que al quebrantarlas se pueda faltar a Dios, sino por la autodisciplina que se exigen de ellos mismos. Esta autodisciplina hace del judío un hombre de fuerte carácter, capaz de defender de forma casi fanática todas sus creencias.

 

Al mismo tiempo el judío es un erudito, desde pequeño se le ha enseñado a estudiar la Toráh, está mucho más acostumbrado que los miembros de otras culturas al estudio, la oratoria, la argumentación, y aventaja a muchos de ellos en el ejercicio de profesiones de carácter científico.

 

A pesar de esa ventaja, sin embargo, los judíos intentan no considerarse superiores a los demás, pues todas las criaturas han sido creadas por Dios y son necesarias para la creación, cada una a su manera y de un modo insustituible, por lo que sería estúpido, y pecado, pensar que uno es mejor o más querido por Dios que cualquier otra criatura.

 

Los judíos no creen en la predestinación, Dios ha creado al hombre libre de elegir su propio destino. Así, el hombre es la única criatura del universo que goza del libre albedrío, ya que puede elegir sin ningún tipo de coacción seguir el camino de Dios y la vida o del pecado y la muerte.

 

Una de las principales leyes divinas es que los judíos no deben pronunciar el nombre de Dios en vano. Para evitar el más mínimo riesgo de cometer ese pecado los judíos no pronuncian jamás Su nombre. Aunque el nombre original de Dios debió ser un mantra similar al OM de los hindúes, probablemente incorporando las cinco vocales IEOUA en un cántico cuya entonación se ha perdido con el paso de los milenios, el idioma arameo no contenía vocales escritas por lo que era imposible representar correctamente el nombre de Dios. En su lugar se usaban cuatro consonantes débiles YHVH. La evolución de ambas formas verbales dio lugar a los dos modos en que Dios es conocido en la actualidad, Yahvé y Jehová. Sin embargo, tanto en sus escritos como en su conversación diaria, los judíos se refieren a Dios con circunloquios o abreviaturas como Tetragramatón (Tetra=4, grama=letras), D-s, el Señor, etc.

 

HISTORIA DEL CRISTIANISMO

 

Jesús nació en Palestina y, tras largos años de aprendizaje y anonimato, comenzó a predicar a los judíos. Sus ideas chocaron radicalmente con las de los sacerdotes judíos de la época que, molestos por unas enseñanzas que socavaban el fundamento de su autoridad, conspiraron para acabar con Jesús. Usando a los romanos para ejecutar una sentencia de muerte que los judíos no podían llevar a cabo, Jesús fue crucificado, muerto y sepultado.

 

Sus discípulos, sin embargo, no cejaron en su empeño, sino que siguieron predicando las enseñanzas de Jesús, no solo a los demás judíos sino también a los romanos, griegos, egipcios y demás gentiles de la época. El cristianismo fue bien recibido por las clases más bajas del imperio, esclavos, artesanos y comerciantes que veían en Jesús un símbolo de la opresión y el sufrimiento que ellos mismos experimentaban. Con el tiempo también llegó a las más altas jerarquías del imperio, hasta el punto en que durante siglos la iglesia sirvió de apoyo a muchos reinos e imperios de la civilización occidental.

 

Durante mil años los cristianos formaron un frente común y aunque en su seno surgieron teólogos que discrepaban en algunos dogmas como la virginidad de María, la Trinidad, etc. estos teólogos fueron silenciados o excomulgados por el papado.

 

Sin embargo, a partir del siglo XI, las discrepancias ocasionadas por la duda de si se podían usar imágenes en las iglesias (en contra del segundo mandamiento) provocaron la separación de la iglesia de Roma y la de Constantinopla, haciendo que ambas se excomulgaran entre sí.

 

Aunque la iglesia de oriente conservaba mejor las tradiciones del cristianismo primitivo, fue la iglesia de occidente, asentada en Roma, la que demostró mayor dinamismo a la hora de evangelizar a los diversos pueblos que integraba en su seno, sin embargo no pudo evitar varios cismas en los siguientes siglos durante los cuales hubo varios papas y antipapas luchando por el control de la iglesia.

 

 Creencias y Costumbres del Cristianismo

 

El libro fundamental de los cristianos es La Biblia, una recopilación de libros escritos supuestamente por Moisés, David, Salomón, Esdras, y varios otros escritores que narraron la historia de las relaciones de Dios con el pueblo Judío. A estos libros se les añaden los Evangelios y varias Epístolas escritas por apóstoles y discípulos de Jesús.

 

Al coincidir los primeros libros de la Biblia con la Torah judía, muchas costumbres y creencias judías son compartidas por los cristianos, pero mientras los judíos pensaban en Dios como algo exclusivo de ellos mismos, los cristianos predicaban un Dios de toda la humanidad, tanto de ellos como de aquellos que no creían en Dios, o creían en otros dioses.

 

Los cristianos también piensan que la humanidad ha sido colocada por Dios en la Tierra para dar gloria a su nombre y que algún día Dios hará que finalice el mundo que conocemos, separará a los justos de los malvados, éstos serán destruidos o sufrirán un infierno eterno mientras que los justos gozarán de la Gloria de Dios para siempre.

 

El sistema de creencias cristiano sin embargo ha sufrido varias crisis en los últimos siglos, desde la escisión de la iglesia ortodoxa, pasando por las herejías valdenses y husitas y acabando con la reforma protestante que en los últimos cuatrocientos años ha dividido el cristianismo en varias decenas de religiones y sectas con muy diversas interpretaciones de las Sagradas Escrituras.

 

HISTORIA DEL CATOLICISMO

 

La Iglesia católica siempre se ha considerado la heredera espiritual de Cristo y a pesar de las disidencias y herejías ha intentado mantener siempre una línea continua desde Jesús hasta nuestros días: El Papa, heredero directo de Pedro quien fue nombrado cabeza rectora de la Iglesia hasta el regreso de Jesús.

 

No obstante, los últimos mil años han resultado ser agónicos para el catolicismo que ha visto mermado su poder e influencia debido a los cismas y disidencias que han apartado de su influencia a un número cada vez mayor de cristianos.

 

Esto y el hecho de que durante siglos haya defendido posturas políticas y sociales que posteriormente han demostrado ser erróneas (acumulación de riquezas, venta de indulgencias, cruzadas, inquisición, apoyo a dictadores) hizo que la iglesia católica perdiese bastante prestigio en la mayor parte del planeta.

 

El prestigio perdido propició el surgimiento de la Reforma, el nacimiento de las iglesias protestantes y varias guerras religiosas.

 

Incapaz de reaccionar a tiempo la Iglesia Católica perdió millones de fieles en Europa y América. Para recuperar el terreno perdido, llegado ya el siglo XX, hizo un examen de conciencia y en el Concilio Vaticano II intentó un acercamiento a la realidad de los nuevos tiempos.

 

También inició un decidido acercamiento a otras religiones, protestantes y judía, reconociendo por primera vez en la historia que algunas de ellas podían tener parte de La Verdad.

 

En la actualidad la Iglesia Católica ha recuperado bastante prestigio del que había perdido durante los últimos siglos y eso se ha traducido de nuevo en un aumento de fieles que la han llevado de nuevo a ser la religión más extendida del mundo con más de mil millones de seguidores, principalmente en Europa y América Latina.

 

Creencias y Costumbres del Catolicismos

 

Como todas las religiones cristianas, las creencias católicas se basan en la Biblia, aunque a ella añaden un alto grado de tradición. Por ejemplo, aunque la Biblia no menciona en ningún sitio el bautismo infantil, sólo el de adultos que van voluntariamente al bautismo, la iglesia considera que la tradición ha legitimado esa práctica dándole el mismo valor que si lo hubiera instaurado el mismo Jesucristo.

 

En cuanto a la ética, las enseñanzas de la Iglesia Católica son bastante correctas, haciendo hincapié en el amor al prójimo, la obediencia de los mandamientos y la celebración de los sacramentos.

 

Las creencias fundamentales de los católicos se encuentran resumidas en el Credo:

Creo en Dios Padre, Todopoderoso Creador del Cielo y de la Tierra,

y en Jesucristo, su Único Hijo, nuestro Señor,

que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo:

Nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos

y al tercer día resucitó de entre los muertos,

subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso.

De allí vendrá con gloria a juzgar a vivos y muertos.

Creo en el Espíritu Santo,

en la Santa Iglesia Católica,

en la Comunión de los Santos,

el perdón de los pecados,

la resurrección de los muertos

y la vida eterna. Amén

 

Esta es una versión antigua del credo pero permite, mejor que la versión actual, desglosar las diversas creencias de los católicos.

 

También se le da una gran importancia a la celebración de los sacramentos, formando muchos de ellos parte de nuestra vida social: Bautismo, Matrimonio, Eucaristía, etc.

 

HISTORIA DE LAS IGLESIAS PROTESTANTES

 

Debido a los errores de la Iglesia Católica, que durante mucho tiempo había estado atesorando bienes materiales y se había empeñado en una lucha por el poder terrenal, las capas sociales más bajas, campesinos, artesanos y comerciantes estaban descontentos con las jerarquías eclesiásticas, que se llevaban el diezmo de sus bienes y de los que prácticamente no recibían nada a cambio.

 

La vida de lujo y pecado de los cardenales y obispos en Roma era bien conocida por toda la población de Europa e incluso reyes y emperadores sentían rencor al Papado que interfería frecuentemente en el gobierno.

 

Ya desde el siglo XIII, con San Francisco de Asís, se planteaba la cuestión de si la Iglesia debería acumular riquezas o debería repartirlas entre los pobres.

 

En el XIV John Wycliffe, en Inglaterra, defendió varias opiniones que atentaban contra la autoridad de la Iglesia, criticando las riquezas del papado y las indulgencias mediante las que los ricos podían comprar el perdón para determinados pecados, incluso por anticipado.

 

También hizo que la Biblia se tradujera al inglés y encomendó a discípulos suyos, conocidos como Los Predicadores de los Pobres, para que predicaran en inglés, cuando el Vaticano imponía el latín en todas las predicaciones.

 

Después de muerto, la Iglesia lo consideró hereje e hizo que, 44 años después de su muerte, su cuerpo fuera desenterrado y quemado en la hoguera, pero sus ideas calaron hondo en el ánimo de Jan Hus, un reformista bohemio que inició una campaña contra la Iglesia. Su ejecución por hereje en 1415 provocó una guerra civil en Bohemia que fue sofocada por el emperador y el Papa.

 

El desarrollo de la imprenta a mediados del siglo XV hizo que las ideas anticlericales tuvieran una mayor difusión y cuando Lutero, en 1517, publicó sus 95 tesis contra las indulgencias papales, pudo difundir sus ideas mucho más que sus predecesores.

 

Excomulgado por el Papa, condenado por el emperador, perseguido por ejércitos y sacerdotes, Lutero se mantuvo oculto durante más de un año traduciendo la Biblia al alemán y escribiendo panfletos que eran publicados y distribuidos masivamente. El resultado fue una revuelta de los campesinos que pensaron encontrar una liberación de la tiranía eclesiástica. Lutero, sin embargo, no pretendía causar una guerra por lo que publicó un panfleto en el que exhortaba a los campesinos a abandonar las armas.

 

Ante esta actitud de Lutero, muchos nobles se volvieron partidarios suyos.

Tras el fin de la revuelta, Carlos V concedió que cada estado pudiera decidir, dentro de su propio territorio, sobre cuestiones religiosas, pero en 1529 la mayoría católica hizo que se derogase esta norma. Los luteranos elevaron su más enérgica protesta, lo que les hizo ganar el apodo de "protestantes".

 

Carlos V estaba empeñado en acabar con los luteranos, pero distraída su atención con varias guerras contra Francia y los turcos, no pudo enviar tropas hasta quince años más tarde.

 

Para entonces ya era tarde: El luteranismo se había convertido en la fe de más de la mitad de la población de Alemania y aunque se perdieron batallas al principio los luteranos consiguieron ganar la libertad religiosa.

 

De una forma algo más pacífica las ideas protestantes se infiltraron en muchos países europeos, unas veces apoyadas por la burguesía, otras por la nobleza, en ocasiones directamente por la monarquía.

 

Apenas cincuenta años después de morir Lutero, el Protestantismo había cambiado por completo el mapa de la sociedad.

 

La idea fundamental del protestantismo es que la Biblia es la Palabra de Dios pero al contrario de lo que siempre afirmaron los católicos, cualquiera puede interpretarla y comprenderla.

 

Así, libres de la autoridad eclesiástica, los protestantes pueden leer la Biblia y tras meditar en lo que han leído pueden sacar sus propias conclusiones, conclusiones que posteriormente podrán ser discutidas con otras personas.

 

Esto ha hecho que a lo largo de los años hayan surgido numerosas sectas, cada una con una interpretación distinta de diversos pasajes de la Biblia, pero también ha contribuido a darle un valor al pueblo, libre por fin de la autoridad religiosa, que fue el primer paso para la democracia.

 

La traducción de la Biblia a los diversos idiomas europeos, favorecida también por el auge de la imprenta, ha contribuido a la difusión de la cultura, haciendo que en los países protestantes el analfabetismo descendiera de forma impresionante.

 

Creencias y Costumbres de los Protestantes

 

Es difícil determinar todas las creencias protestantes pues al formar decenas de sectas siempre habrá alguna que no comparta ciertas ideas con las demás.

 

No obstante sí puede afirmarse que todas, sin excepción, creen en la Biblia como Palabra de Dios.

Casi todas consideran a Jesús el hijo de Dios y muchas, aunque no todas, creen en la virginidad de María.

También el sacrificio de Jesús es considerado por casi todos como un medio de expiar el pecado original.

Sin embargo, a partir de ahí podemos decir que no hay unanimidad en casi ningún otro aspecto aunque hay ideas que se pueden encontrar en varias sectas protestantes.

 

La mayoría de los protestantes suelen reunirse para el culto en común los domingos, aunque hay algunas sectas que se reúnen los sábados o incluso los lunes.

 

Estas reuniones se llevan a cabo en templos que han sido financiados por los feligreses, aunque algunas sectas

prefieren reunirse en la intimidad de sus hogares formando grupos de unas pocas familias.

 

El eje de las reuniones protestantes es el sermón del ministro de la iglesia, aunque hay sectas donde no hay ministros y son los feligreses los que se turnan para pronunciar varios sermones.

 

El sermón suele ir acompañado de himnos cantados por todos los feligreses aunque hay sectas que prohíben la música pues la consideran una afrenta al Señor.

 

Toda esta diversidad ha hecho del protestantismo una filosofía muy versátil y dinámica que puede cumplir las aspiraciones de muchos creyentes, pues después de investigar durante algún tiempo todos los fieles pueden encontrar una secta en la que le resulte más fácil creer.

 

HISTORIA DE LOS MORMONES

 

La Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día comenzó su andadura en 1819, cuando José Smith, un joven de catorce años de Nueva York tuvo la visión de un ángel que le conminó a ser una persona justa y honrada avisándole que más adelante volvería a verle para entregarle, si se mostraba digno de ello, unos evangelios de los que nadie hasta entonces había tenido ninguna noticia.

 

En 1827, José Smith recibió unos libros, escritos en páginas de oro, donde se narraba la historia de unos descendientes de Abraham que, ante la maldad que imperaba en su tierra, decidieron abandonar Palestina. Obedeciendo las órdenes de Dios, Nefi y su familia viajó hasta el mar Rojo donde hizo construir un barco que los llevó, a través de mares y océanos hasta las costas americanas.

 

Allí vivieron durante siglos y entre ellos también hubo malvados a los que Dios castigó oscureciéndoles la piel. Son los antepasados de los actuales pieles rojas.

 

Cuando Jesús resucitó de su muerte en la cruz, se trasladó a América y allí permaneció durante cuarenta días predicándoles hasta que los dejó para aparecerse a los apóstoles en Palestina antes de ascender a los cielos.

 

Los pecados de los nefitas, sin embargo, fueron muy grandes y no se libraron del exterminio a manos de los lamanitas (los pieles rojas) varios siglos más tarde.

 

José Smith tradujo aquellos libros al inglés antes de devolver los originales al ángel Moroni y en 1830 los publicó y comenzó a predicar una nueva doctrina.

 

La iglesia por él fundada se encontró con la oposición radical de sus contemporáneos, fueron perseguidos, vilipendiados e incluso encarcelados. José Smith murió en un linchamiento popular y sus fieles, al mando de Brigham Young, abandonaron las ciudades del este para dirigirse al oeste.

 

En una de las mayores caravanas que jamás en la historia se han realizado, miles de mormones, ocupando centenares de carromatos atravesaron desiertos, praderas y cordilleras hasta llegar a asentarse en Utah, donde fundaron la ciudad de Salt Lake. Allí permanecieron a salvo de sus enemigos religiosos y desde allí, años más tarde, enviaron sus predicadores a todas las naciones del mundo.

 

 Creencias y Costumbres

 

Según los mormones existe una Trinidad formada por Dios, Padre e Hijo. En el momento de la creación se formaron las almas de todas las personas nacidas y por nacer, esas almas ocupan los cuerpos en el momento de la concepción y después de la muerte esperarán el día del juicio, momento en que todas las almas serán juzgadas.

 

Mientras tanto los mormones actuales pueden investigar a sus antepasados reconstruyendo su árbol genealógico y recibir el bautismo en nombre de sus antepasados muertos que no tuvieron la oportunidad de conocer la verdadera doctrina de Dios.

 

Aunque los primeros mormones practicaron y defendieron la poligamia como una costumbre de los patriarcas que no sólo debía ser respetada, sino también imitada, el gobierno USA intervino y los mormones abandonaron esa práctica desde 1890 hasta la actualidad, si bien algunas sectas mormonas han seguido practicándola hasta hoy.

Aparte de esto podemos decir que las creencias de los mormones son muy similares a las de la mayoría de las religiones cristianas, aunque son más tolerantes pues no se atribuyen la única posesión de la verdad, al contrario piensan que cada religión tiene una parte de La Verdad y es bueno que existan varias religiones pues así se pueden ver más retazos del paisaje divino.

 

Los mormones dan un diezmo de sus ingresos a la iglesia, participan en actividades relacionadas con el culto y organizan actos sociales para ayudar a los necesitados. Muchos de ellos también dedican un período de uno o más años al apostolado, bien sea en su propio país y ciudad o en misiones que abren en todo el mundo para difundir sus creencias.

 

A los misioneros mormones se les reconoce con facilidad por su indumentaria, camisas blancas y pantalones oscuros, y una chapa en la pechera que los identifica por su nombre, que siempre es precedido por la palabra ELDER, cuya traducción podría ser Hermano.

 

A las mujeres mormonas se las llama SOROR, sin embargo su actividad en la iglesia suele circunscribirse a las tareas sociales, siendo relegadas de las actividades eclesiásticas. Hoy en día hay un movimiento que intenta dar a la mujer un mayor protagonismo en la iglesia pero aún está lejano el día en que la mujer pueda participar en el sacerdocio.

 

Algo parecido ocurre con la raza negra, hasta 1978 los mormones negros quedaban excluidos del sacerdocio, de hecho eran muy pocos los mormones negros. Hoy en día se intenta renovar el espíritu de la iglesia dándole un aire nuevo que pueda adaptarse a los tiempos actuales.

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