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LOS FENICIOS

 

 

PUEBLO

DESCRIPCIÓN

ÉPOCA

INVENTOS/APORTES/COLONIAS-CIUDADES

 

FENICIOS

ASPECTOS GENERALES: Fenicia es el nombre de una antigua región de Oriente Próximo, cuna de la civilización fenicio-púnica, que se extendía a lo largo del Levante mediterráneo, en la costa oriental del mar Mediterráneo. Su territorio abarcaba desde la desembocadura del río Orontes al norte, hasta la bahía de Haifa al sur, comprendiendo áreas de los actuales Israel, Siria y Líbano, una región denominada antiguamente Canaán, con cuya denominación se engloba muy a menudo en las fuentes.     Poblada desde principios del III milenio a. C. por semitas cananeos, la Fenicia histórica se extendía sobre una estrecha franja costera de 40 km, desde el Monte Carmelo hasta Ugarit (unos 300 km). Su suelo montañoso y poco apto para la agricultura (aunque se esforzaron por sacarle provecho), orientó a sus habitantes hacia las actividades marítimas. Con más razón el mar se le impuso a este pueblo, al quedar dividido en pequeñas ciudades estado separadas por espolones rocosos, pues el cabotaje era mejor que las vías terrestres para el contacto entre las ciudades, que se escalonaban desde Acre y Tiro, por Sidón y Biblos, hasta Arados y Ugarit. Fenicia, al ser un estrecho paso entre el mar y el desierto de Siria, en contacto al sur, a través de Canaán y del Sinaí con Egipto, y al norte, a través del Éufrates, con Mesopotamia y Asia Menor, estaba destinada a ser una rica encrucijada comercial, codiciada por los grandes imperios vecinos.

1100 - 700 AC

ECONOMÍA

Agricultura y explotación forestal: Si bien la geografía de la región era accidentada, los fenicios aprovecharon al máximo las posibilidades del suelo para la explotación agrícola y cultivaron hasta en las laderas de las montañas. Sus bosques de cedros del Líbano les permitían la explotación maderera.     

 

Vino Fenicio: Los fenicios fueron uno de los primeros pueblos antiguos en tener un importante efecto sobre la historia del vino. A través del contacto y el comercio difundieron su conocimiento de la viticultura y la producción de vino y propagaron varias variedades antiguas de vid. Introdujeron o animaron la expansión de la viticultura y la producción de vino en varios países que siguen elaborando variedades aptas para el mercado internacional, como el Líbano, Argelia, Túnez, Egipto, Grecia, Italia, España o Portugal. Aunque pudieron ejercer un efecto indirecto en la expansión de la viticultura en Francia, a menudo se confunden con los griegos foceos, que fundaron la colonia viticultora de Massilia (Marsella) en el 600 a. C. y llevaron la producción de vino tierra adentro.   

 

Industria: La cerámica fenicia fue muy utilizada y comercializada; así como los objetos de vidrio coloreado y los tejidos de lana teñidos con púrpura de Tiro, un colorante que extraían de un molusco (elmúrice, del género Murex, y cuyo nombre en griego -phoinikes, derivado de phoinos: "rojo sangre"- identificaba tanto al tinte como al pueblo que lo comercializaba).     Los fenicios desarrollaron una industria de artículos de lujo muy solicitados en la época y de gran valor comercial, como joyas, perfumes y cosméticos. 

 

Comercio y navegación: El comercio era una actividad principal. Consistía inicialmente en el intercambio en forma de trueque de los productos elaborados en Fenicia por las mercancías disponibles en otros lugares (bien otros productos manufacturados -especialmente de las civilizaciones más desarrolladas-, o bien materias primas, como minerales metálicos -cobre y estaño- o metales preciosos -especialmente de los pueblos más primitivos de Occidente). Posteriormente, la invención de la moneda permitió relaciones comerciales más sofisticadas.     La necesidad del transporte a largas distancias estimuló la construcción naval y la mejora de las técnicas de navegación.

 

 

PUEBLO FENICIO: El nombre étnico que se daban los fenicios a sí mismos era kenaʿani, «canaaneos» o ‏ bin kenaʿan, «hijos de Canaán» y coincide con el pueblo cananeo citado en la Biblia. Los griegos los llamaron Φοίνικες (phoínikes, «rojos, púrpuras»), muy probablemente por los apreciados tintes de color púrpura con que comerciaban. De phoíniks derivó el término «fenicio», que se aplica más bien a los descendientes de los cananeos que habitaban en la franja costera desde Dor (actual Israel) hasta Arados o Arwad (actual Siria), entre 1200 a. C. y la conquista musulmana. No obstante, el término phoíniks puede fácilmente ser una etimología popular derivada del etnónimo pōnīm, gentilicio de Pūt. Este término denominaba estrictamente la región costera de Canaán, y muchos de los pueblos fenicios lo utilizaban como sinónimo. De pōnīm derivarían también las formas latinas poenus y punicus.     La cultura fenicia es una civilización antigua que no dejó firmes huellas físicas de su existencia. Su lugar geográfico en la historia, es la actual República Libanesa, y el crecimiento desproporcionado de las ciudades, así como los frecuentes enfrentamientos bélicos del pasado, han dificultado el hallazgo de restos que revelen su cultura material. Sin embargo, a diferencia de otras, dejó un importante legado cultural a las civilizaciones posteriores, entre ellas crear un importante vínculo entre las civilizaciones del mar Mediterráneo, los principios comerciales y el alfabeto.

 

Fueron los grandes mercaderes de la antigüedad. La geografía de sus costas, que propiciaba la instalación de puertos, y la madera de sus bosques les brindaban los elementos básicos para construir barcos y organizar compañías de navegación. Una de ellas fue contratada por el rey persa Darío I en el siglo V a. C. En cierta medida consiguieron establecer una talasocracia o "gobierno de los mares" que les permitía controlar comercialmente el Mediterráneo.     Los viajes fenicios establecieron nexos perdurables entre el Mediterráneo oriental y el occidental, no solo comerciales; sino también culturales. 

 

Colonización Fenicia:  Durante sus largos viajes debían abastecerse en distintos puntos de su recorrido. Incluso se suponía que las limitaciones inherentes a la navegación primitiva (evitación de la navegación nocturna) impedirían singladuras muy superiores a los 60 km, aunque se ha comprobado que recorrían distancias mucho mayores sin tocar puerto. Con el tiempo, esas escalas fueron transformándose en establecimientos permanentes que permitieran el almacenamiento y el comercio estable con los pueblos indígenas, que la historiografía denomina factorías o colonias, de forma similar a las colonias griegas. La colonización fenicia fue un fenómeno comercial y poblador localizado en puertos de fácil defensa, penínsulas o islas cercanas a la costa, sin conquistas territoriales en el interior.     También se establecieron colonias fenicias en las proximidades de algunas ciudades de mayor grado de civilización, donde obtenían concesiones, como en la ciudad egipcia de Menfis.     Los marinos comerciantes de Sidón crearon asentamientos-almacenes amurallados. Los de Tiro fundaron hacia el año 800 a. C. en el norte de África Qart Hadasht (Cartago), cuya posición estratégica entre el Mediterráneo occidental y el Mediterráneo oriental la convirtió en la más importante de todas las colonias. Terminó por acoger el centro de la civilización púnica cuando las ciudades metropolitanas del Levante fueron conquistadas por el Imperio persa (539 a. C.). La rivalidad secular que mantenían griegos y fenicios por las rutas comerciales y el establecimiento de colonias llevó, también en el siglo VI a. C., a un enfrentamiento militar de gran envergadura, la batalla de Alalia (año 537 a. C.), en la que la colonia griega focense de Alalia se enfrentó a la flota cartaginesa, aliada con los etruscos, redefiniéndose la relación de fuerzas en la región. 

 

 

 

 

Las factorías fenicias se esparcieron prácticamente por toda la ribera sur mediterránea y sus islas: desde Gadir, más allá del estrecho de Gibraltar, en el entorno del mítico reino de Tartessos y puerta de las rutas del océano Atlántico, hacia el norte -Europa- y el sur -África-, hasta las costas de Asia y el mar Negro.     En la costa africana son localidades de fundación fenicia Tangis, Mogador y Lixus (actual Marruecos), Sidi Abdselam del Behar -desembocadura del ued Martil- y Kudia Tebmain -ued Emsá- (actual Argelia), Utica -de la que se piensa que fue la primera colonia en fundarse, o quizá la segunda después de Gadir-, Hadramemtum, Leptis Minor -Leptis Parva- y Thapsus (actual Túnez), Leptis Magna, Trípoli y Sabratha (actual Libia).     En las islas del Mediterráneo occidental, Iboshim o Eubussus (Ibiza), Nora -Nurri-, Sulcis, Tharros -San Giovanni di Sinis-, Bithia y Olbia (Cerdeña), Motia (Sicilia) y Malta; en las del mediterráneo oriental Kition (Chipre).     Los fenicios fueron el primero de los pueblos colonizadores históricos de la Península Ibérica. Los restos arqueológicos más antiguos descubiertos hasta la actualidad proceden de Malaka(Málaga) y Gadir (Cádiz), aunque establecieron colonias también en el mediterráneo peninsular en Toscanos (Vélez-Málaga), Sexi (Almuñécar), Abdera (Adra), Cerro del Prado, Chorreras,Villaricos, Mazarrón, Guardamar de Segura; y en el área atlántica peninsular en Onuba (Huelva), Chiclana de la frontera, (Cádiz), Abul (Alcacer do Sal) y probablemente en Olissipo (Lisboa) y en otras escalas en la ruta comercial, que siendo de origen prehistórico llegaba hasta Galicia e incluso las Islas Británicas.     La fundación de la nueva Qart Hadasht (Nueva Cartago, la actual Cartagena) fue una iniciativa posterior, respondiendo a los nuevos criterios de la civilización púnico-cartaginesa del siglo III a. C., en la época de las Guerras Púnicas contra Roma. También a esa época pertenecen los restos púnicos de Melilla.

 

 

 

 

CULTURA: El pueblo fenicio contribuyó a crear un importante vínculo entre las civilizaciones mediterráneas y más aún entre las formas artísticas del mundo antiguo, por imitación, fusión y difusión de ellas, aunque no se le considere como original creador de una gran cultura propia.     Los fenicios utilizaban un alfabeto fonético, que los griegos adaptaron a su propia lengua y, con el tiempo, sirvió de modelo para los posteriores alfabetos occidentales. Este alfabeto constaba de veintidós signos para las consonantes, y no tenía vocales, pero fue muy importante, pues era sencillo y práctico, a diferencia de otros alfabetos coetáneos que solo dominaban los escribas y altos funcionarios, tras un arduo aprendizaje.     La cultura fenicia fue muy importante en su época pero, desgraciadamente, han quedado pocas huellas de su historia. Conocemos de su existencia, sobre todo, a través de los textos de otros pueblos que entraron en contacto con ellos, en particular los asirios, babilonios y, más tarde, los griegos. Se estudia principalmente en las ruinas de las ciudades que fueron colonias de Sidón o Tiro, como las de Cerdeña y Andalucía y, sobre todo, en las establecidas en la isla de Chipre. 

 

Arte Fenicio: Sus producciones fueron más artesanales que artísticas, y en sus esculturas, cerámicas, joyas y objetos de metal, domina la influencia egipcia desde el siglo X a. C. (que es la fecha más antigua que se suele asignar al arte fenicio), con elementos asirios, hasta llegar al siglo VII a. C. Sin embargo, a partir de entonces prepondera la influencia griega, llegando a veces a confundirse sus producciones con las griegas, como se confunden las anteriores al siglo X a. C. con las asirias y egipcias.     Las formas de arquitectura se infieren más por los dibujos de los sellos y otros relieves que por las ruinas de sus edificios aunque no faltan algunos restos de piezas arquitectónicas hallados en Chipre y Fenicia. Entre éstos, figura el capitel con volutas, inspirado en el arte oriental y que bien pudo ser el antecesor del capitel jónico.

 

 

 

 

Los templos fenicios (como el de Biblos) se distinguían por tener el santuario sin cubierta. En él se daba culto a una piedra o betilo que generalmente consistía en un aerolito de forma cónica (como piedra caída del cielo) situado en medio de la estancia a la cual precedía un atrio rodeado interiormente de columnas. Era también característica la forma que a los sarcófagos suntuosos de piedra daban los fenicios sidonitas que se adaptaba más o menos al contorno de la figura humana como los de la madera egipcios (sarcófagos antropoides).     Posteriormente, este arte se fue extendiendo a lo largo de toda la costa mediterránea donde los fenicios tenían influencia, llevándolo a esos lugares, además de influenciar a las culturas autóctonas, siendo un claro ejemplo Tartessos, el cual llegó a tener una importante aculturización. 

 

Literatura Fenicia: Todo sobre la literatura fenicia y púnica está rodeado de un halo de misterio dados los pocos vestigios que se han conservado: todo lo que resta es una serie de inscripciones, pocas de las cuales tienen carácter netamente literario (solo alguna narración histórica, poemas, etc.), monedas, fragmentos de la Historia de Sanjuniatón y del Tratado de Magón, la traducción al griego del viaje de Hannón el Navegante y el texto del Poenulus de Plauto. Sin embargo, es un hecho probado que tanto en Fenicia como en Cartago hubo bibliotecas y que los fenicios tuvieron una rica producción literaria heredera del pasado cananeo, de la que obras como las redactadas por Filón de Biblos o Menandro de Éfeso son una parte ínfima. 

 

Alfabeto Fenicio: Los fenicios fueron los inventores del alfabeto. El alfabeto fenicio comenzó como una serie de ideogramas, un conjunto de símbolos que representaban animales y objetos. A estos ideogramas se les asignaba un valor fonético de acuerdo al nombre, en idioma fenicio, del animal u objeto representado; este alfabeto solo contenía consonantes, veintidós en total. Era un sistema simple, lo que permitía la difusión del conocimiento y la cultura.

 

 

 

 

Posteriormente, el alfabeto fenicio fue adoptado y modificado por los griegos para representar su idioma. Los griegos tomaron algunas letras del alfabeto fenicio y les dieron valor de vocal; debido a las diferencias lingüísticas entre ambos idiomas (griego = indoeuropeo, fenicio = semita) también cambiaron la pronunciación de algunas letras, y agregaron algunos símbolos para representar sonidos inexistentes en fenicio. El alfabeto latino proviene del alfabeto etrusco, que fue a su vez una adaptación del alfabeto griego.     Los hebreos también adoptaron el alfabeto fenicio, aunque dada la similitud de sus lenguas y la mutua influencia por su cercanía geográfica hubo una menor modificación que por los griegos.     El alfabeto fenicio ha sido en una u otra forma la base para los alfabetos latino, griego, cirílico, árabe, y algunos estudiosos consideran que también dio origen a los abugidas del subcontinente asiático.

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