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ESTUDIO DEL APOCALIPSIS III

 

 

DESDE APOCALIPSIS 4:1 HASTA APOCALIPSIS 7:17 ALREDEDOR DEL TRONO. EL LIBRO SELLADO Y EL CORDERO. LOS SEIS DÍAS. SELLADOS Y LIMPIADOS.

 

Aquí comienza verdaderamente el Apocalipsis o la Revelación de lo que ha de acontecer en los últimos tiempos ¿Cuando ocurrirán las cosas que se narran a partir de este punto? La respuesta está en las primera palabras de Apo 4:1; “después de esto”. Es decir, después del último tiempo de las iglesias; la era moderna. Nuestros tiempos. 

"Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas." (Apocalipsis 4:1) 

Esta es la semana 70. Daniel señaló para Israel 70 semanas después del cautiverio de Babilonia. Son 70 semanas de 7 años cada una: 490 años. 

"Setenta semanas están determinadas sobre tu pueblo y sobre tu santa ciudad, para terminar la prevaricación, y poner fin al pecado, y expiar la iniquidad, para traer la justicia perdurable, y sellar la visión y la profecía, y ungir al Santo de los santos. 25 Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. 26 Y después de las sesenta y dos semanas se quitará la vida al Mesías, mas no por sí; y el pueblo de un príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario; y su fin será con inundación, y hasta el fin de la guerra durarán las devastaciones. 27 Y por otra semana confirmará el pacto con muchos; a la mitad de la semana hará cesar el sacrificio y la ofrenda. Después con la muchedumbre de las abominaciones vendrá el desolador, hasta que venga la consumación, y lo que está determinado se derrame sobre el desolador." Daniel 9:24-27 

Esquemáticamente, podemos representar lo anterior de la Figura 1. Figura 1.- Las 70 semanas de Daniel 

Cuando Israel rechazó al Mesías delante de Pilato, perdió el derecho a llamarse ‘Pueblo de Dios’ Por eso el huelgo entre la semana 69 y la 70. El Plan de Dios para Israel se interrumpió. 

Al apartarse de Dios, Israel se ‘desgajó’ de Dios y por la fe fueron injertados otros pueblos en el Olivo: 

"¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos; 8 como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy. 9 Y David dice: Sea vuelto su convite en trampa y en red, En tropezadero y en retribución; 10 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean, Y agóbiales la espalda para siempre. 11 Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos. 12 Y si su transgresión es la riqueza del mundo, y su defección la riqueza de los gentiles, ¿cuánto más su plena restauración?
13 Porque a vosotros hablo, gentiles. Por cuanto yo soy apóstol a los gentiles, honro mi ministerio, 14 por si en alguna manera pueda provocar a celos a los de mi sangre, y hacer salvos a algunos de ellos. 15 Porque si su exclusión es la reconciliación del mundo, ¿qué será su admisión, sino vida de entre los muertos? 16 Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa, también lo son las ramas. 17 Pues si algunas de las ramas fueron desgajadas, y tú, siendo olivo silvestre, has sido injertado en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la rica savia del olivo, 18 no te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú a la raíz, sino la raíz a ti. 19 Pues las ramas, dirás, fueron desgajadas para que yo fuese injertado. 20 Bien; por su incredulidad fueron desgajadas, pero tú por la fe estás en pie. No te ensoberbezcas, sino teme. 21 Porque si Dios no perdonó a las ramas naturales, a ti tampoco te perdonará. 22 Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios; la severidad ciertamente para con los que cayeron, pero la bondad para contigo, si permaneces en esa bondad; pues de otra manera tú también serás cortado." Romanos 11:7-22.

Los tiempos del Apocalipsis serán aquellos en los que Dios injertará de nuevo los gajos naturales del Olivo, es decir; el pueblo de Israel aceptará a Jesús como Señor y Salvador, y el plan de Dios para ellos tendrá su continuidad y se iniciará la Semana 70 de Daniel. 

"Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar. 24 Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo? 25 Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la plenitud de los gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador, Que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados." Romanos 11:23-27 

Por tanto el Apocalipsis durará una semana de años, es decir, 7 años, conocida como ‘la tribulación’

  •  i) 3,5 años ‘difíciles’ y de asentamiento del anticristo 

  • ii) 3,5 años ‘peores’ denominada por muchos como ‘la gran tribulación’. 

¿Cuándo será arrebatada la iglesia? Las cosas que se narran en el Apocalipsis ocurren una vez arrebatada la iglesia: ‘Capturados’ los cuerpos de los creyentes que quedan sobre la tierra. Es lo que se conoce también como ‘el rapto’. 

Con respecto a cuando ocurrirá esto hay varias teorías. La más convincente es que será arrebatada al principio del Apocalipsis. (Pre-tribulacionista; la iglesia será arrebatada antes de la tribulación, y por lo tanto no la sufrirá).

Es importante no confundir Mateo 24:3-7 y Lucas 21:34-36 con el arrebatamiento, ya que ambos pasajes se refieren a la Segunda Venida. Quizás parte de la confusión sea provocada por los títulos que las distintas ediciones de la Biblia colocan como encabezamiento de pasajes. 

Cristo solo regresará una vez a la tierra, y esto será en la Segunda Venida, al final del Apocalipsis, y lo hará como guerrero victorioso, irrumpiendo en la batalla del Armagedón para encadenar al diablo por 1000 años. 

El arrebatamiento es sin embargo el traslado de la iglesia, la esposa, al cielo, donde se reúne con el Señor que la recibe en ‘el aire. Los cuerpos de los santos desaparecerán en un instante, y será este el momento en el que se inicia realmente el Apocalipsis. 

"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor." 1 Tesalonicenses 4:16-17.

 El arrebatamiento descrito en Mateo 24:40-41 no debe confundirse con el ‘rapto’, ya que ocurrirá al final de la tribulación y corresponde a lo que se conoce como “la siega”. En este caso, es “el malo” el que será cortado y el “santo” dejado en la tierra para vivir el Milenio. Este santo será el convertido durante la tribulación y los vivos considerados ‘salvos’ en el Juicio a Israel y el Juicio a los Gentiles. 

"Entonces estarán dos en el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada." Mateo 24:40-42 

"Enviará el Hijo del Hombre a sus ángeles, y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen iniquidad, y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. " Mateo 13:41-42.

En Apocalipsis 4 se describe el Trono de Dios en el cielo: 

"Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. 3 Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda. 4 Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sentados en los tronos a veinticuatro ancianos, vestidos de ropas blancas, con coronas de oro en sus cabezas. 5 Y del trono salían relámpagos y truenos y voces; y delante del trono ardían siete lámparas de fuego, las cuales son los siete espíritus de Dios.
6 Y delante del trono había como un mar de vidrio semejante al cristal; y junto al trono, y alrededor del trono, cuatro seres vivientes llenos de ojos delante y detrás." Apocalipsis 4:2-6. 

Dios está en el centro, sentado en el Trono. Alrededor de el y hay claridad deslumbrante, como piedra de Jaspe, blanca y brillante que simboliza pureza, con características comparables a la ciudad de Dios, la nueva Jerusalén en el cielo descrita en Apocalipsis 21. 

"teniendo la gloria de Dios. Y su fulgor era semejante al de una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como el cristal." Apocalipsis 21:11 

A continuación de los reflejos de jaspe, aparecen otros de color rojo, como la cornalina, que simboliza la ira de Dios. 

Alrededor del trono, un arco iris verde, color de la vida. El arco iris estaba cerrado, representando que el pacto de Dios es irrompible. 

Alrededor del trono había 24 ancianos, sentados con ropas blancas que simbolizan justicia y coronas en sus cabezas (honra y dignidad real). 

Estos ancianos representan a la iglesia, que ya está en el cielo después de ser arrebatada. Dado que simbolizan a la iglesia, cantan dando gracias por la salvación (Apocalipsis 5:8-10). 

A la iglesia le fueron prometidos tronos en el cielo (Mateo 19:28) y coronas de recompensa por las obras (1 Pedro 5:4). 

"Y Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel." Mateo 19:28 

"Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria" 1 Pedro 5:4 

Los 24 ancianos representan los 24 turnos del sacerdocio judío (1 Crónicas 24). La iglesia de la misma manera, está llamada al sacerdocio. En mi opinión, estos 24 ancianos son santos que tienen una recompensa especial. Algunos de ellos posiblemente hayan sido parte integrante de los 12 apóstoles. Posiblemente el propio Apóstol Pablo esté juntamente con estos 24. 

Los ancianos, la iglesia, se hayan muy próximos a Dios. Le rodean y se sacian de su presencia. 

Alrededor del trono hay relámpagos y truenos y voces. Estos serán los precesores del castigo que vendría. Nos recuerdan el Sinaí. El trono de Dios dejó de ser trono de gracia y se convirtió en trono del juicio. 

Delante del trono ardían 7 lámparas, en el original eran 7 antorchas que significan guerra. Estos son los 7 espíritus de Dios, que arden con el fuego de la ira contra los enemigos de Dios. 

 El mar de vidrio, es un suelo muy reluciente símbolo de la limpieza, placeres y grandeza del cielo. 

Cuatro seres vivientes. Son parecidos a los querubines de la visión de la gloria divina de Ezequiel (Ez 1:4-28 y 10:1-22), pero no los mismos ya que hay aspectos que los distinguen; número de alas, rostros, etc. 

Existen muchas categorías de ángeles; los Serafines, asociados a la santidad del pueblo de Dios y a la purificación, los querubines, asociados con el gobierno y santidad judicial de Dios y otros. 

Estos son la categoría más alta de ángeles. 

Son los guardianes inmediatos del trono de Dios. Su posición alrededor de él. 

Ellos guían al ejército celestial en adoración y alabanza a Dios. 

Poseen mucha más autoridad que los ángeles comunes, ya que ordenan el comienzo del juicio y son ellos los que entregan las 7 copas de la ira de Dios a los 7 ángeles (Apocalipsis15:7). 

Su apariencia tiene un simbolismo: 

  • León; Es la fuerza, majestad y realeza 

  • Becerro: Vitalidad, sacrificio, resistencia y trabajo 

  • Hombre: Personalidad, inteligencia, sensibilidad, voluntad, capacidad de ejercer autoridad. 

  • Águila: Visión permanente, vuelo ágil y elevado, juicio celestial. 

Los 4 seres vivientes alaban sin cesar y todos los ancianos se postran y echan sus coronas delante de Dios. 

Este es el tabernáculo celestial, que se parece mucho al terrenal. … 

"Los cuales sirven a lo que es figura y sombra de las cosas celestiales, como se le advirtió a Moisés cuando iba a erigir el tabernáculo, diciéndole: Mira, haz todas las cosas conforme al modelo que se te ha mostrado en el monte."  Hebreos 8:5 

El trono de los cielos corresponde al arca en este tabernáculo, donde el Señor aparecía. 

Los querubines en el cielo corresponden a los del arca (con las alas tocándose) 

Los 7 candeleros alrededor del trono representan los 7 candeleros en el tabernáculo. 

El mar de vidrio corresponde al mar de bronce en el templo (1 Reyes 7:23-45) 

El altar corresponde al altar del holocausto (Éxodo 40:10). No lo hemos visto hasta ahora, pero saldrá de nuevo en Apocalipsis 6:9.

"Ungirás también el altar del holocausto y todos sus utensilios; y santificarás el altar, y será un altar santísimo." Éxodo 40:10.

Los 24 ancianos corresponden a los 24 turnos sacerdotales (1 Crónicas  24:1-19). 

41. Moisés construyó bien el tabernáculo, pero este, al igual que el templo de Salomón, solo es reflejo de la grandeza del templo celestial que vio Juan. 

42. (blanco) 

EL libro Sellado y el Cordero. Lo podemos leer en el Capt. 5 

"Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. 2 Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? 3 Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. 4 Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. 5 Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos. 6 Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. 7 Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. 8 Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; 9 y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; 10 y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra. 11 Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, 12 que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. 13 Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. 14 Los cuatro seres vivientes decían: Amén; y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que vive por los siglos de los siglos." Apocalipsis 5:1-14 

¿Qué es este libro? El pueblo de Dios tenía la Ley que decía que al venderse una propiedad, la carta de venta pasaba a manos del nuevo dueño (Jeremías 32:9-14).

"Y compré la heredad de Hanameel, hijo de mi tío, la cual estaba en Anatot, y le pesé el dinero; diecisiete siclos de plata. 10 Y escribí la carta y la sellé, y la hice certificar con testigos, y pesé el dinero en balanza. 11 Tomé luego la carta de venta, sellada según el derecho y costumbre, y la copia abierta. 12 Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la cárcel. 13 Y di orden a Baruc delante de ellos, diciendo: 14 Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Toma estas cartas, esta carta de venta sellada, y esta carta abierta, y ponlas en una vasija de barro, para que se conserven muchos días."  Jeremías 32:9-14.

Del documento se hacían 2 copias. Una se sellaba y se guardaba en lugar seguro, y la otra quedaba abierta para consulta. 

Cuando el hombre cayó en el pecado, el mundo pasó a ser propiedad de Satanás al que se le llama “su príncipe” (Juan 12:31) y hasta “dios de este mundo” (2ª Corintios 4:4 y Apocalipsis 13:2-4) 

Este libro sellado es el documento original de la propiedad del mundo. Los 7 sellos son una medida de su importancia y lo difícil que resulta deshacerlo. El valor de la hipoteca para rescatar a la humanidad es muy grande. 

Existía la ley de que algún familiar podía pagar por el pobre y rescatar sus bienes que han pasado a propiedad de otro. 

Juan llora porque no hay nadie digno de rescatar a la humanidad de la esclavitud de Satanás y justamente con él toda su riqueza; el mundo. 

Nadie en el cielo; patriarcas, profetas, sacerdotes, apóstoles, reyes, ángeles, ni siquiera María, la madre de Jesús, es capaz de abrir el libro, ni aún de mirarlo. 

Pero el Señor Jesucristo, nuestro pariente rico al haber nacido corporalmente y vivir en la tierra, es digno de tomar el libro y pagar el precio. 

El Señor se presenta aquí como un “león” como un “cordero” inmolado. Esta es la forma como pagó el precio del rescate, con su sacrificio. Por ello aparece de esta manera en este instante. 

El Hijo de Dios tiene autoridad sobre todo el mundo (Hebreos 1:2), pero hasta el momento él no ha revelado su gobierno, por eso el libro de compra aún permanece sellado en la mano del Padre. Los sellos, representan el “plan de Dios” para la humanidad y dan comienzo a la tribulación, que guarda relación directa con el propósito de Dios de establecer su soberanía dentro de la historia de los hombres. Al finalizar los juicios de Dios, el Señor gobernará como soberano en el Milenio. 

El león de la tribu de Judá, que era como un cordero, tenía 7 cuernos, que representan “poder” a lo largo del libro del Apocalipsis. Al ser 7, entendemos “todopoderoso”. 

Los 7 ojos representan “inteligencia suprema”, gran sabiduría, que “todo lo ve y conoce”. Estos ojos son llamados “los 7 espíritus de Dios enviados a toda la tierra”. El Espíritu de Dios llena y abarca toda la tierra y sus ojos todo lo ven. 

Cuando tomó el libro, todos cayeron a sus pies; lo seres vivientes, ancianos, etc y le adoraron como Dios. Aún a pesar de que la apertura del libro dará lugar a gran sufrimiento para la humanidad y los creyentes de la tribulación en particular, existe regocijo en el cielo, porque se acerca el momento de la consumación del plan de Dios y el fin de los tiempos de los hombres. 

En este momento se abren los sellos y los seres vivientes dan protagonismo a Juan: “Ven y mira” 

"Vi cuando el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a uno de los cuatro seres vivientes decir como con voz de trueno: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo blanco; y el que lo montaba tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió venciendo, y para vencer." Apocalipsis 6:1-2 

El Primer Sello se abre con un cuadro tranquilo. Juan vio un jinete montado en un caballo. El jinete llevaba un arco, pero no flechas ni saetas. 

Este jinete no puede ser el Señor, ya que su Segunda Venida no se producirá hasta Apocalipsis 19, momento en el que también vendrá en un caballo blanco. Este jinete es el mismo Diablo; el “gran imitador”, que trata de parecerse a Cristo para engañar incluso a los escogidos. 

No trae armas porque conquista al mundo diplomáticamente, sigilosamente. El aparecerá como el “liberador”, dando explicaciones de porqué han desaparecido miles de personas en el arrebatamiento. 

Convencerá a todos y cuando digan “paz y seguridad” aparecerán los otros jinetes. Es la táctica eterna de Satanás. Al principio seducción y después fuerza. Es el astuto. El engañador. 

El 2º, 3er y 4º sello da salida a otros jinetes, dirigidos por el primero. (Apocalipsis 6:3-8) 

"Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente, que decía: Ven y mira. 4 Y salió otro caballo, bermejo; y al que lo montaba le fue dado poder de quitar de la tierra la paz, y que se matasen unos a otros; y se le dio una gran espada. 5 Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que decía: Ven y mira. Y miré, y he aquí un caballo negro; y el que lo montaba tenía una balanza en la mano. 6 Y oí una voz de en medio de los cuatro seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario, y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes el aceite ni el vino.
7 Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente, que decía: Ven y mira. 8 Miré, y he aquí un caballo amarillo, y el que lo montaba tenía por nombre Muerte, y el Hades le seguía; y le fue dada potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con espada, con hambre, con mortandad, y con las fieras de la tierra." Apocalipsis 6:3-8. 

El caballo bermejo cambia la tranquilidad anterior. El caballo rojo simboliza la sangre. Va armado con una gran espada. Tomará la paz de sobre la tierra y habrá guerras y se matarán unos a otros. 

El caballo negro, simboliza “la muerte por hambre”. La comida será muy cara; un denario, que era el jornal de un día de trabajo, es los que vale una libra, traducido del griego “jinick” que es una medida que apenas alcanza para comer una persona. 

No dañes el aceite y el vino. Habrá de momento abundancia de estos elementos, si bien no son el alimento básico. Eran de la clase pudiente. 

El cuarto caballo, de color amarillo, es el de los cadáveres. El jinete será la misma muerte, que destruirá con las armas de los anteriores (espada, hambre y pestes) y además con bestias de la tierra. El original sugiere que las bestias podrían ser parecidas a las de los juicios del antiguo testamento (langostas, serpientes, avispas, leones, osos, plagas de insectos, etc) 

Este cuarto caballo destruye la cuarta parte de la tierra. Esto es aparte de los muertos por los otros caballos. 

El quinto sello se desarrolla en el cielo en contraste con los otros 4 que son en la tierra (Apocalipsis 6:9-11). Son los muertos durante la tribulación hasta este instante, que piden venganza sobre aquellos que moran en la tierra que son sus perseguidores y aún siguen vivos. 

"Cuando abrió el quinto sello, vi bajo el altar las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían. 10 Y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, Señor, santo y verdadero, no juzgas y vengas nuestra sangre en los que moran en la tierra? 11 Y se les dieron vestiduras blancas, y se les dijo que descansasen todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos." Apocalipsis 6:9-11. 

En el tabernáculo, había dos altares; el del Lugar Santo, cercano al velo de separación con el lugar Santísimo, conocido como “el de los perfumes” y el de “los holocaustos”, donde se recogía en su base la sangre de los cuernos del altar (Lev 4:7). Esta sangre es la que hacía expiación por la persona, mientras que los restos quedaban en el altar. 

"Y el sacerdote pondrá de esa sangre sobre los cuernos del altar del incienso aromático, que está en el tabernáculo de reunión delante de Jehová; y echará el resto de la sangre del becerro al pie del altar del holocausto, que está a la puerta del tabernáculo de reunión." Levítico 4:7.

Habían sido sacrificados por la causa del Señor y su Sangre era valiosa para el Señor como un sacrificio en el A.T., donde el alma se relacionaba con la sangre. 

Se les dan vestiduras blancas en forma de galardón; vestiduras reales, que les cubrían hasta los pies simbolizando justicia, pureza, victoria, gloria y regocijo festivo. 

Se les dice que esperen un poco más, pero que su oración va a ser contestada, ya que aún hay más siervos que van a morir durante la tribulación. 

El sexto sello da lugar a acontecimientos anunciados por los profetas y el mismo Cristo (Apocalipsis 6:12-17). 

"Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie?" Apocalipsis 6:12-17.

  • Encontramos: - Terremotos (Isaías 29:6, comparado con Lucas 21:11) 

  • Oscurecimiento del Sol (Isaías 13:9-10, Joel 2:31, 3:15 comparado con Lucas 21:25-26) 

  • Caída de las estrellas desde los cielos (Isaías 34:4) 

Estos fenómenos asombrarán a la ciencia, ya que los terremotos suelen ser locales, pero en esta ocasión es mundial, lo cual no tiene explicación científica. 

Este terremoto será sin embargo sobrepasado por otro que vendrá al final de la tribulación (Apocalipsis 16:18). 

El oscurecimiento del sol y la luna podrían ser eclipses de día y algún fenómeno celeste que afecte al color de la luna. Otra explicación es que explosiones volcánicas llenen la atmósfera de polvo que oscurezca el ambiente (esto ocurrió en las islas de Java y Sumatra con el volcán Krakaba e incluso afectó a Europa). 

Las estrellas que caen en la tierra son los meteoritos. 

Este sello romperá los esquemas de los científicos que creían conocerlo todo, y los atemorizarán hasta el punto que no se sientan seguros en ningún lado. 

Apocalipsis 7 comienza con una visión de los 4 ángeles que están en los 4 puntos cardinales. Se les ordena sujetar los cientos (juicio divino) hasta que los siervos de Dios hayan sido sellados, esto es, protegidos divinamente. 

La expresión original dice “para que el viento no siga soplando”. Se abre un momento de paréntesis en la situación de tribulación ya que hay que hacer algo importante. 

Aparece otro ángel con el sello de Dios. Como en Egipto se usó la sangre del cordero pascual en los dinteles de las puertas para proteger a los Israelitas del ángel destructor, aquí los siervos de Dios son sellados y librados de los juicios de la tribulación que se aproxima. 

Sin embargo este sello no protege del anticristo al que se le permitió hacer guerra contra los santos de Dios y vencerlos. 

El sellado además de protección, sirve para marcar propiedad y certifica que algo es genuino. El sello se hace en la frente, parte más visible. En la antigüedad, se sellaban así los esclavos y algunos fanáticos el nombre de su ídolo. 

Estos 144,000 no son el número total de los creyentes en Cristo durante la tribulación. Tampoco el número total de los judíos que serán santos en los últimos tiempos. 

Los 144,000 son un grupo de judíos que son apartados con el propósito especial de dar testimonio a la nación Judía y a un mundo rebelde. Esta protección especial les permitirá proclamar el evangelio durante la tribulación. 

A continuación se produce la visión de una gran multitud de gente de distintas razas y nacionalidades. Estaban vestidos de blanco y llevaban palmas en sus manos como en un acto festivo. 

Son los mártires de la tribulación. Todavía habrá más, pero estos ya disfrutan de la presencia de Dios. 

A estos ya los vimos antes debajo del altar pidiendo venganza y se les dijo que esperaran un poco, porque vendrían más a reunirse con ellos. 

Juan les ve en la presencia de Dios, pero a un nivel inferior al de la iglesia arrebatada: 

  • Ellos permanecen de pie, delante del trono, mientras que la iglesia está sentada en el trono a través de los 24 ancianos. 

  • Ellos tienen ropas blancas, pero la iglesia tiene además coronas. 

  • Ellos tienen palmas en las manos, pero la iglesia tenía copas llenas de oraciones.

 

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