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ESTRUCTURA DE LAS RELIGIONES I

 

 

 

 

 

 

 

 

Introducción

 

Cristianismo, Budismo, Hinduismo, Satanismo, Judaísmo, son las religiones más populares de este planeta, pero también existen otras menos conocidas, ya sea jainismo o brahmanismo; cada uno de ellos con sus ideologías, creencias y ritos. En esta monografía presentaremos cada religión detallando cada cosa mencionada anteriormente y así profundizar los conocimientos sobre este tema.

 

El planteo de los problemas fueron varios entre los que se destacan, los orígenes de cada religión, sus creencias, los seguidores y la cantidad de religiones. También se explicarán términos que suelen confundir en este ámbito, como las sectas, ritos, etc. Al responder estas y más cuestiones, se pretende aclarar cualquier duda que se tenga al respecto.

 

Fue uno el problema que surgió durante la investigación, el cual fue la escasez de bibliografía para aquellas religiones no muy populares, como las dos mencionadas anteriormente.

 

Para llevar a cabo esta monografía se ha utilizado como bibliografía tanto libros como Internet.

 

Las Religiones

 

Se considera religión a un sistema de prácticas relativas a cosas sagradas y se caracteriza por la división del mundo en dos polos: lo sagrado y lo profano. La palabra religión, común a todas las lenguas de la Europa occidental, es una forma romana de la palabra "religio". La etimología más probable de este nombre la relaciona con el verbo "legere" (re-legere, re-ligere: recogerse, repasar en el espíritu, discurrir en un matiz de concentración y a veces inquietud).

 

Son alrededor de 29 religiones, entre las principales se encuentran: cristianismo, judaísmo, budismo, islamismo, satanismo, hinduismo, taoísmo, shintoísmo, jainismo, confucionismo, brahmanismo y zoroastrismo.

 

EL JUDAISMO

 

El Judaísmo, es padre de todas las religiones monoteístas, está basado en la fe de un solo Dios. A diferencia de otras religiones, éste no está centrado en un profeta o en un salvador, sino en la idea de un pueblo elegido.

 

La corona de la Torá

 

El culto se desarrolla en la sinagoga. Algunas sinagogas de la Reforma son llamadas templos, sobre todo porque los hebreos reformados, a diferencia de los ortodoxos, no creen que el templo de Jerusalén será reconstruido en los días del Mesías y que se ofrecerán, nuevamente, sacrificios de animales, por lo cual la sinagoga ha tomado, ahora, el lugar del antiguo Templo. En la sinagoga moderna los servicios son oficiados por los rabinos y por el cantor -que lee las oraciones cantadas-, pero en la doctrina hebrea no hay nada que impida a ningún hebreo oficiar cualquier servicio, incluida la celebración religiosa del matrimonio.

 

El rabí no es un sacerdote. La palabra "rabí" significa "docente" o "maestro" y su función consiste en explicar la religión hebrea. Hasta el siglo catorce no han existido los rabinos de profesión; los hebreos docentes se ganaban la vida ejerciendo una profesión, por ejemplo, la de médico, y explicaban la religión hebrea en las horas libres y gratuitamente. Los rabinos del período más antiguo provenían de todas las clases sociales. Algunos eran hombres de negocios, otros artesanos, otros aun zapateros. La única cualidad requerida era el conocimiento de la Torá. Esta palabra, que significa "enseñanza", indica en primer lugar el Pentateuco, esto es, los cinco libros de Moisés, y después, por extensión, todo el complejo de la doctrina hebrea.

 

Los trece principios

 

El Hebraísmo no ha conocido jamás un mecanismo verdadero y propio para la formulación de los dogmas, encargados de decidir de manera autoritaria y categórica lo que un hebreo debe creer para ser hebreo. Sin embargo, sería equivocado concluir que el Hebraísmo no tiene dogmas y que un hebreo puede creer lo que quiera.

 

Examinemos los trece principios de la fe hebrea como han sido formulados por Moisés Maimónides, el hebreo más grande del Medioevo. Existen otras creencias, como aquella de la elección divina de Israel, que no están incluidas entre los 13 puntos y que todavía muchos hebreos consideran básicos. Los principios de Maimónides son:

 

Fe en la existencia de Dios: en su unidad; en su incorporeidad; en su eternidad; la fe que necesita adorar sólo a Dios; la fe en los Profetas; que Moisés es el más grande de los profetas; que la Torá es de origen celestial; que es inmutable; la fe en el hecho de que Dios conoce las acciones de los hombres; que recompensa a los buenos y castiga a los malvados; la fe en la venida del Mesías; la fe en la resurrección de los muertos.

 

La profesión hebrea de fe es el shemán: "Escucha, Israel, el Señor Dios nuestro es el único Dios" (Deuteronomio 6,4). El niño hebreo aprende a recitar estos versículos apenas empieza a hablar; los hebreos devotos los recitan diariamente en la mañana y en la tarde, y los moribundos los repiten como la última afirmación de su vida.

 

Más allá del tiempo y del espacio: Dios está más allá del tiempo y del espacio y el universo está subordinado a él. Él es trascendente e inmanente. Existe fuera del mundo y al mismo tiempo está implicado en él.

 

La oración y el culto van dirigidos sólo a Dios: También la oración dirigida a Dios a través de un intermediario está prohibida.

 

Los principios sexto, séptimo, octavo y noveno conciernen a la revelación: Parece que Maimónides haya subrayado, de manera particular, el séptimo y noveno punto en respuesta a la exigencia del cristianismo y del islamismo, los cuales sostienen que ha surgido un profeta más grande que Moisés y que el Hebraísmo, aunque una vez era válido, ahora ha sido superado. Hasta hace poco, con algunas excepciones, los doctores hebreos han afirmado que los libros de la Biblia hebrea (el Antiguo Testamento) han sido revelados al hombre por inspiración divina, si bien en diferentes niveles. Ellos afirman que el Pentateuco (la Torá verdadera y propia) ha sido dictada por Dios a Moisés y lo consideran como la palabra de Dios verdadera y propia. Los libros proféticos de la Biblia habrían sido escritos por los Profetas bajo el influjo de la profecía (un grado inferior con respecto a la inspiración concedida a Moisés), mientras los libros de los Hagiógrafos (incluidos los Salmos y los Proverbios) habrían sido fruto de un grado todavía más bajo de inspiración, como espíritu santo. Todo esto está expresado en la norma hebrea que prohíbe colocar los libros Hagiógrafos por encima de los libros proféticos y estos últimos por encima de la trascripción del Pentateuco y los otros libros de la Biblia, y en segundo lugar la Torá oral o las enseñanzas que Dios habría dado a Moisés oralmente, además de las elaboraciones y de las aplicaciones que ahora se encuentran en las obras rabínicas redactadas durante los últimos cinco siglos a.C., la más importante de todas es el Talmud. Existen dos Talmud: el palestino, publicado hacia el año 400, y el Babilónico, más autoritario, publicado hacia el año 500.

 

Los principios décimo y undécimo (Dios conoce las acciones del hombre y las recompensa o castiga según la acción): son aceptados, en grandes líneas, por todos los hebreos religiosos aunque hay considerables diferencias de opiniones en lo que respecta a la naturaleza exacta de la divina providencia y en el modo de concebir la recompensa y el castigo. Esta doctrina significa, quizás, que Dios recompensa directamente en esta vida a aquellos que observan sus leyes y que castiga a aquellos que la transgreden, o significa que la virtud lleva consigo su propia recompensa y la falta de virtud su propio castigo, significa que seremos premiados o castigados en la otra vida y, en tal caso, cuál es la naturaleza del paraíso y del infierno, existe un infierno y, si es así, está concebido como un lugar o un estado de lejanía de Dios, el castigo en el infierno es eterno o limitado a un cierto período.

 

El inicio de la redención: El duodécimo principio se refiere a la fe, muchas veces mencionada en la Biblia, según la cual vendrá el día en el cual este mundo será perfeccionado, la guerra y el odio serán desterrados de la tierra, será establecido el reino de Dios y todos los hombres reconocerán a Dios como su Creador. La fe ortodoxa cree en un Mesías personal, en un ser humano de gran poder, pero no divino, que será un descendiente del rey David y que será enviado con este fin por Dios. A partir del siglo pasado, la opinión no ortodoxa ha hecho hincapié en la venida de una era mesiánica y ha rechazado la doctrina de un Mesías personal, por cuanto parecería demasiado mágico. La idea fundamental es que Dios intervendrá al final en los asuntos humanos, a fin de llevar a su realización la sociedad perfecta que perseguimos. El Hebraísmo cree que Dios no abandonará para siempre este mundo al caos y que un día la humanidad encontrará su redención completa aquí en la tierra.

 

Inmortalidad del alma: El último principio referente a la resurrección de los muertos ha sido variamente interpretado. En los orígenes, la doctrina de la resurrección se refería a los muertos que resurgen de las tumbas y viven de nuevo aquí en la tierra. Después el Hebraísmo asimiló la doctrina de la inmortalidad del alma. Cuando al fin las dos doctrinas se fundieron, sostuvo que cuando una persona muere, su alma continúa viviendo en otro reino hasta la resurrección, cuando será unida al cuerpo en la tierra.

 

Festividades importantes

 

Las prácticas hebreas son de dos clases: ceremoniales y éticas. Entre aquellas ceremoniales se encuentran los rituales pintorescos que se desarrollan en las casas y en las sinagogas.

 

Sabbath o Shabbath (Sábado): El séptimo día de la semana judía (desde la caída del sol el viernes hasta la caída del sol el sábado) se ve como un día que santifica la semana, y la observación especial de este día es parte esencial de la adoración. Asisten a la sinagoga para la lectura de la Torá y oraciones.

 

Yom Kippur: Día de Expiación, una festividad solemne caracterizada por ayuno y auto examen. Es la culminación de los Diez Días de Penitencia que empiezan con Rosh Hahanah, el año nuevo judío, que cae en septiembre según el calendario seglar judío.

 

Sukkot (arriba, derecha): Fiesta de las Cabañas o de la Recolección. Celebra la cosecha y el fin de la parte principal del año agrícola. Se celebra en octubre.

 

Hanuká (Hanuca): Fiesta de la Dedicación. Una festividad popular que celebra en diciembre; conmemora la restauración -por los macabeos- de la independencia judía con relación al dominio de Siria y Grecia y la rededicación del templo de Jerusalén en diciembre de 165 a.C. Por lo general se distingue por el hecho de que se encienden velas durante ocho días.

 

Purim: Fiesta de las Suertes. Celebrada a fines de febrero o principios de marzo, para conmemorar el que los judíos fueran liberados en Persia, durante el siglo V a.C., de Hamán y su atentado de genocidio.

 

Pésaj: Fiesta de la Pascua. Instituida como conmemoración de que Israel fuera liberado del cautiverio en Egipto. Es la mayor y más antigua festividad judía. Se celebra el 14 de Nisán (calendario judío), y por lo general cae a fines de marzo o principios de abril. Cada familia judía se reúne para participar de la cena pascual, o Seder. Durante los siguientes siete días no se consume ninguna levadura. A este período se llama la Fiesta de las Tortas Ácimas (Matzot).

 

Costumbres Judías

 

Circuncisión: Para los niños judíos es una ceremonia importante que tiene lugar cuando el bebé cumple ocho días de nacido. Suele llamársele el Pacto de Abraham, puesto que la circuncisión fue la señal del pacto de Dios con él. Los varones que se convierten al judaísmo también tienen que someterse a la circuncisión.

 

Bar Mitzvah: Otro rito judío esencial, que literalmente significa "hijo del mandamiento", un término que denota que se alcanza la madurez religiosa y jurídica y marca la ocasión en que asumen formalmente esta condición los jóvenes a la edad de trece años más un día.

 

Mezuzah: Por lo general el hogar judío se distingue fácilmente de los demás por la mezuzah, o caja que contiene un rollo, en la jamba derecha de la puerta al entrar uno. En la práctica la mezuzah es un pergamino pequeño en que están inscritas las palabras citadas de Deuteronomio 6,4-9 y 11,13-21. El pergamino está enrollado dentro de una cajita. La caja entonces se fija a cada puerta de toda habitación ocupada.

 

Yarmulke (gorro para varones): Para los judíos ortodoxos el cubrirse la cabeza, tanto fuera de la sinagoga como dentro de ella, es señal de lealtad a la tradición judía. El Tanakh no menciona en ningún lugar que sea necesario cubrirse la cabeza durante la adoración, y por eso el Talmud dice que es un asunto opcional de costumbre.

 

Obligaciones del creyente

 

La descripción más vívida de lo que el Hebraísmo pide a sus seguidores se encuentra en el libro del Deuteronomio (6,4-9):

 

Escucha, Israel: Yahvé, nuestro Dios, es el único Yahvé. Y tú amarás a Yahvé, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Graba en tu corazón los mandamientos que yo te entrego hoy, repíteselos a tus hijos, habla de ellos tanto en casa como cuando viajes, cuando te acuestes y cuando te levantes, grábatelos en tu mano como una señal y póntelos en la frente para recordarlos, escríbelos en las columnas y en las puertas de tu casa.

 

Los judíos devotos los escriben en pedazos de pergaminos, los meten en un pequeño recipiente y los fijan en las jambas de la puerta de la casa. Son, las ya enunciadas Mezuzah.

 

Las observaciones rituales, por más importantes que sean en el ámbito del Hebraísmo, están bien lejos de constituir los elementos principales de la fe hebrea. Al centro del Hebraísmo está una afirmación ética. Esta dice que el hombre puede imitar a Dios practicando la justicia, la rectitud y la santidad, y mostrando compasión hacia los demás. La enseñanza ética hebrea no se limita a tomar en consideración las leyes y las acciones, y da una importancia extrema a la formación del carácter.

 

El odio del prójimo, la soberbia, la sensualidad, la ira, el desprecio, la envidia y los celos son combatidos, mientras es necesario cultivar, vigorosamente, el espíritu de compasión, la gentileza, la benevolencia, el amor por el prójimo y por el saber.

 

El conflicto que se desarrolla entre su naturaleza superior y aquella inferior es descrito por los rabinos talmúdicos como un conflicto entre la "inclinación buena" y la "inclinación mala". Cuando hablan de inclinación mala, piensan en las ambiciones humanas y en los instintos del cuerpo. Tales instintos, aunque sean llamados "malos" porque son capaces de inducir al mal, son esenciales en la vida y la enriquecen con su capacidad directiva. Hechas algunas excepciones, el hebraísmo no es una fe ascética, pero sostiene firmemente la necesidad del autocontrol. Su ideal no consiste ni en la negación de la vida, ni en su disfrute, sino en su santificación. Según el Hebraísmo el hombre no debe buscar de vivir como un ermitaño o como un recluso. Debe vivir en sociedad, ayudar constantemente al prójimo, casarse, tener hijos y gozar de la vida como un don precioso de Dios, pero debe estar siempre consciente, también, del llamado a cosas superiores y verse a sí mismo, en la luz maravillosa del sueño de Jacob, como una escalera con los pies sólidamente puestos en la tierra y con la cima situada en el cielo.

 

EL CRISTIANISMO

 

El cristianismo es una de las tres grandes religiones monoteístas, junto con el Judaísmo y el Islam. Se inició como un movimiento mesiánico en el seno de judaísmo inspirado en Jesús de Nazaret y centrado en su persona. El hecho de que su fundador fuese crucificado por los romanos y repudiado por el pueblo judío, no impidió que sus discípulos extendiesen el culto por todo el mundo basándose en la idea de su resurrección. Para el cristianismo sólo hay un Dios que la Trinidad aparece como tres personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Este Dios otorgó a los hombres diez mandamientos a través del profeta hebreo Moisés, que son la ley que todo cristiano debe respetar. El cristianismo acepta la Biblia o Sagradas Escrituras hebreas a las que añaden los Evangelios, o vida de Jesús y otros escritos que conforman el Nuevo Testamento.

 

El cristianismo y el judaísmo tienen mucho en común. El cristianismo considera como sagrados los libros contenidos en el Toráh llamado por los cristianos "Antiguo Testamento" y sus bases están contenidas en el Nuevo Testamento. El estudiante cristiano considera como palabra de Dios a ambos libros, el judaísmo sólo considera al Toráh, "Antiguo Testamento" también conocido como La Ley.

 

Algunas de sus doctrinas fundamentales:

• El monoteísmo

• La creencia en un "mashíaj" (Mesías) o "Cristo". El cristianismo concibe de forma diferente a su Mesías, de tal forma que, para la mayoría de las confesiones cristianas, Jesús ("Ieshúah") es la encarnación del Hijo de Dios y el libertador de toda la humanidad, no sólo de Israel. Los cristianos y los judíos siempre han estado en desacuerdo sobre el Mesías, desde el mismo principio del cristianismo hasta nuestros días; estas divergencias se basan en interpretaciones diferentes de varios pasajes del Antiguo Testamento o Tanáj.

 

El cristianismo también continuó varios de los modelos desarrollados en el judaísmo del período posterior a la destrucción del 2do templo en el año 70 d.M. (después del Mesías), tales como:

• La adaptación de los ritos de las sinagogas a las iglesias de las parroquias. Estos ritos estaban ya presentes en Galilea.

• El uso de canciones y de himnos en sus reuniones.

• El uso de los salmos y de otros textos de las Sagradas Escrituras.

• El uso del incienso en la oración.

• Un sacerdote.• Disciplinas ascéticas como el ayuno y la ofrenda.

• Un calendario religioso por el cual ciertos acontecimientos y/o creencias se conmemoran específicamente ciertos días de cada año.

 

El catolicismo admite la veneración (no la adoración) a otras entidades como los santos, las vírgenes, los ángeles y arcángeles.

 

El cristiano debe su formación a los 10 mandamientos de Dios dados a Moisés en el Sinaí, que luego fueron reformados por Jesucristo:

1. Amar a Dios sobre todas las cosas.

2. No tomar el Nombre de Dios en vano.

3. Santificar las fiestas.

4. Honrar al padre y a la madre.

5. No matar.

6. No cometer actos impuros.

7. No robar.

8. No decir falso testimonio ni mentir.

9. No consentir pensamientos ni deseos impuros.

10. No codiciar los bienes ajenos.

 

EL BUDISMO

 

El Budismo es el nombre que se le da a las enseñanzas de un Buda. Buda es la palabra sánscrita que quiere decir "El Iluminado", un ser humano que ha despertado a la verdad de la vida y del universo.

 

Contrario a la mayoría de las religiones, el Budismo no hace alardes de una revelación divina. Comenzó con un hombre, quién, a través de sus propios esfuerzos, descubrió la realidad fundamental dentro de sí mismo y enseñó que cualquiera podría hacer lo mismo. En este sentido el Budismo no solamente se refiere a la enseñanza de un Buda, sino a la enseñanza que permite a las personas convertirse en Budas.

 

Históricamente, el Budismo comenzó en el norte de la India con un hombre llamado Sakyamuni o Sidarta Gautama, quien hoy día se estima que vivió hace aproximadamente 3,000 años. Sakyamuni nació como príncipe heredero de un pequeño reino, disfrutó de todas las ventajas que la riqueza y su estado social, pero siendo aún joven se preocupó por el problema del sufrimiento humano. Se dio cuenta que todas las personas, ya fuesen ricas o pobres, de alta o baja alcurnia, experimentaban ciertos pesares ineludibles, los cuales caracterizó como los cuatro sufrimientos de nacer, envejecer, enfermar, y morir. Las personas nacen en un mundo en el cual no pueden evitar confrontarse al dolor y a la frustración, sufren los dolores y la humillación que provienen de la enfermedad y los remordimientos de envejecer y por el temor que emana del presentimiento de su propia mortalidad. De modo fundamental, los cuatro sufrimientos universales señalan hacia lo que el Budismo llama la Ley de la Inpermanencia. Todas las cosas cambian constantemente... nada permanece igual ni siquiera por un momento. Aun cuando era joven, Sakyamuni veía que la gente sufría en este mundo porque basaban su felicidad en cosas como la riqueza, el poder, el nivel social o el amor, los cuales, por su propia naturaleza están destinados a cambiar. Eventualmente, renunció a su derecho de ocupar el trono y asumió una vida religiosa en busca de una respuesta a este dilema sobre la condición humana.

 

Después de practicar las austeridades por muchos años, se sentó a meditar bajo un árbol de bodhi y alcanzó la iluminación, tornándose así en el Buda. El Budismo, al igual que otras religiones de importancia, persigue liberar al hombre de los sufrimientos de su estado finito, uniéndolo a la verdad fundamental o a la realidad absoluta. Pero, contrario a las religiones occidentales que tienden a personificar a la verdad como Dios, un poder externo mucho más elevado que la persona, del cual se puede depender, el Budismo la considera como la médula de nuestra propia vida. En vez de buscar para lograr un reino más alto, el Budismo dirige al hombre a encontrar lo absoluto dentro de sí mismo. De esta forma, el ser humano es el foco central del Budismo, el cual lo presenta como el depositario de todos los potenciales.

 

La Ley a la cual despertó Sakyamuni no fue creada por él ni por otra persona, pero es eterna y es la realidad fundamental que existe dentro de las vidas de todas las personas. En esta forma, el Budismo sostiene que todas las personas por igual poseen lo absoluto dentro de ellas mismas y son igualmente capaces de convertirse en Budas. De esta manera, proporciona una base para la igualdad de todas las personas e insiste en el respeto absoluto por la santidad de la vida humana.

 

Vale la pena notar que el Budismo nunca ha sido propagado por la espada ni ha sido utilizado como una justificación para la guerra u otras atrocidades. Entre todas las enseñanzas de Sakyamuni, los que practican el Mahayana han venerado en particular, al Sutra del Loto, que sostiene que todas las personas tienen la naturaleza de Buda y pueden convertirse en Budas tal cual son. El Sutra del Loto decíase que abarcaba a todas las verdades dentro de sí, al igual que un rayo de luz blanca que contiene todos los colores del arco iris. En la China, formó la base de la escuela de T'ien-t'ai, la cual se convirtió en una corriente dominante del Budismo, tanto en la China como en el Japón. Sin embargo, a pesar de que el Sutra del Loto proclama la posibilidad de la iluminación universal, la mayoría de las formas de práctica budista eran tan arduas y consumían tanto tiempo, que solo una pequeña élite podía llevarlas a cabo. Luego, en el Japón del Siglo Trece, un reformista religioso llamado Nichiren Daishonin apareció, quién no solamente aclaró las enseñanzas del Budismo que habían sido distorsionadas, sino que estableció un medio universal factible para su práctica. Después de su profundo estudio de todos los sutras y sus comentarios, llegó a la conclusión de que el Sutra del Loto era la enseñanza más elevada de Sakyauni y que su título, Myojo-Renge-Kyo, contenía la verdad esencial, no sólo de la totalidad del sutra, sino también de todo el Budismo. Él incorporó esta esencia en la invocación Nam-myojo-renge-kyo, el cuál entonó públicamente por primera vez el 28 de abril de 1253.

 

Al hacerlo estableció una práctica tan maravillosamente simple que todo el mundo podía hacerla e igualmente tan profunda que podía desencadenar la infinita sabiduría del Estado de Buda de cualquier persona. Lo que él hizo en esencia fue permitirle a la persona común y corriente, actualizar dentro de sí la realidad descrita durante siglos, en la filosofía Budista. A través de su vida, Nichiren Daishonin rehusó transigir y señaló los errores doctrinales y la corrupción de las sectas establecidas.

 

Esto le valió muchos enemigos entre las autoridades, tanto civiles, como religiosas y soportó muchas persecuciones a través de gran parte de su vida, incluyendo dos exilios y un atentado de ejecución. No obstante, pudo solidificar la base de su enseñanza para las generaciones venideras, mediante sus esfuerzos infatigables por enseñarle a sus seguidores y por sentar el dogma de su Budismo en forma escrita. El 12 de octubre de 1279, inscribió el Objeto de Veneración conocido como el Dai-Gojonzon para asegurarle a la humanidad que podría tener eternamente un punto central hacia donde entonar el Nam-myojo-renge-kyo. Su enseñanza se mantuvo viva por casi 700 años por el sacerdocio centrado al pie del Monte Fuji.

 

EL HINDUISMO

 

La triple manifestación del Dios supremo, conocido como la trinidad hinduista (Trimurti), son Brahma, Visnú y Shiva, creador, conservador y destructor respectivamente. Aunque estos son los dioses principales, el panteón hindú cuenta con la increíble cifra de 330 millones de dioses. Cada dios posee múltiples avatares. Un avatar es una reencarnación del dios sobre la tierra.

 

El hinduismo no tiene fundador, carece de ritos y tampoco posee una jerarquía religiosa. El hinduismo es hereditario, esto quiere decir que no te puedes convertir al hinduismo; sólo puedes ser hindú si has nacido hindú.

 

Uno de los pilares fundamentales del hinduismo es la creencia en la reencarnación, que está muy ligada al sistema de castas. Según la doctrina de la reencarnación, cada ser humano que muere se reencarna en otro, ya sea humano o animal, y este ciclo se repite eternamente. Si alguien se reencarna en una persona perteneciente a una casta inferior o a un intocable es debido a que su comportamiento (karma) no fue bueno en su vida anterior. Y como no es posible recordar las vidas anteriores, los hindúes aceptan su suerte resignadamente sin siquiera pensar en revelarse, puesto que ellos creen ser los únicos responsables de su precaria situación.

 

Siendo la vida terrenal un valle de lágrimas, el objetivo a conseguir es librarse del samsara (la rueda de las reencarnaciones) y alcanzar el nirvana, objetivo que sólo alcanza algunos privilegiados. Son, los sadus, ascetas y santones que consagran su vida a alcanzar dicha meta. Las herramientas de las que se valen para conseguirlo son la meditación, el yoga, el ayuno y la mortificación del cuerpo. Muchos de estos sadus renuncian a toda posesión de bienes materiales y viven como eremitas sin contacto con la sociedad. Se les reconoce porque visten telas de color naranja, aunque algunos van completamente desnudos, y es frecuente que lleven el cuerpo cubierto de ceniza. Las torturas físicas que se infligen no están encaminadas, como en la religión cristiana, a expiar sus culpas (el concepto de pecado no existe), sino que es un medio para alcanzar poderes sobrenaturales e incluso para elevarse a la categoría de dios. Así podemos encontrar en la India ascetas que llevan años de pie sin sentarse jamás -ni siquiera para dormir-, u otros que, al contrario, permanecen indefinidamente sentados en la misma posición. También es frecuente que no busquen cobijo ante los rigores del clima (lluvias monzónicas, frío invernal, calor tórrido en el verano), que soportan con tan sólo unos harapos como única vestimenta. La recompensa, como dijimos anteriormente, es la adquisición de poderes sobrenaturales. Son conocidas las proezas de algunos: pasar semanas enterrados bajo tierra, tenderse sobre camas de afilados pinchos, sobrevivir a la picadura de serpientes venenosas o evitar cualquier clase de enfermedad. En realidad, se dice que pueden poner fin a su vida cuando lo deseen e incluso a algunos, que han desaparecido sin dejar rastro, se les atribuye la capacidad de disociar los átomos que componen la materia.

 

Estudiemos ahora alguno de los dioses más destacados dentro del panteón hindú:

 

Brama, Krisna, Sarasvati, Visnu, Rama, Laksmi, Ganesh, Shiva, Hanuman, Parvati

 

Principales dioses

 

Brahma: Es el dios creador del universo. Se le suele representar con 4 cabezas y 4 brazos, cada uno de los cuales sostiene uno de los 4 Vedas (la tradición dice que estos libros sagrados surgieron de su boca). El vehículo de Brahma es la oca. Sólo si Brahma permanece despierto la vida es posible. Cuando duerme, todo, excepto los dioses, mueren. Pero no debemos alarmarnos, pues, un día de Brahma dura más de 8 billones de años. Muchas veces aparece sentado en un loto, flor que simboliza la creación y la vida.

 

Actualmente el culto a Brahma prácticamente ha desaparecido y sólo se conserva un templo en su honor en Pushkar en Rajasthán.

 

Visnu: Al igual que Brahma se le representa con 4 brazos que sujetan un mazo (símbolo de poder), una flor de loto (símbolo de pureza), una caracola (el sonido que se produce al soplar por ella simboliza la vibración cósmica origen del universo) y una rueda dentada, arma con la que resulta invencible.

 

Visnu es el dios más popular en la India y ya se ha reencarnado 9 veces en la tierra. Según la profecía todavía falta la décima reencarnación en forma del guerrero Kalki. Las 3 primeras reencarnaciones de Visnú fueron en forma de animales (pez, tortuga, jabalí), la cuarta una mezcla de animal y hombre y el resto como seres humanos. Los avatares más conocidos son el séptimo (Rama), el octavo (Krishna) y el noveno (Buda).

 

Su vehículo sagrado es Garuda, mitad pájaro, mitad bestia.

 

Shiva: Aunque es el dios destructor no es el dios cruel y despiadado que causa la muerte de los seres humanos. Su labor es otra: Brahma crea el universo, Visnú lo sostiene durante un día de Brahma y finalmente Siva lo destruye para permitir que todo pueda ser creado de nuevo. Brahma entonces dormiría durante una noche (de igual duración que el día mencionado) y después volvería a crear el universo, repitiéndose todo el ciclo de nuevo.

 

En su faceta de asceta y maestro de yoga se le representa con el pelo largo sujeto en un moño, un taparrabos, rayas horizontales en la frente y el cuerpo cubierto de ceniza. Es fácil identificar a los sadus seguidores de Shiva por esos mismos atributos. En Benarés seguro que los veréis, puesto que según la leyenda esta ciudad fue creada por Shiva. En Benarés el fervor religioso hacia Siva se manifiesta en los numerosos templos y pequeños altares erigidos en su honor que encontramos a cada paso. En todos ellos veremos una columna redondeada denominada "lingam". Es el falo de Shiva que simboliza la fertilidad.

 

Pero quizás la representación más conocida de Shiva es bailando el baile cósmico que representa la fuerza vital: un pie apoyado en el suelo, otro en el aire, los brazos extendidos alrededor de un círculo de fuego. En su cabeza a veces aparece la diosa Ganga que representa al río Ganges. En otras ocasiones el dios se muestra sosteniendo un tridente (símbolo de la Trimurti) junto a su vehículo el toro Nandi.

 

En la foto podemos ver una encarnación de Siva denominada Bhairava. Esta estatua la podemos contemplar en la Plaza Real de Katmandú. Sus ojos echando llamas, sus amenazantes colmillos y su collar de cabezas humanas lo convierten en una imagen terrorífica de Shiva. El tercer ojo colocado verticalmente en su frente es una poderosa arma destructora.

 

Krishna: Es uno de los avatares de Visnu. El libro más sagrado de los hindúes, el Bhagavad Gita, es una parte del Mahabharata, poema épico que data de 10 siglos a.C, que nos cuenta la historia de Krishna. Dotado de una belleza excepcional, su exquisita piel azul ejerce un irresistible atractivo entre las mujeres. Se dice que a los once años ya era el amante de cientos de ellas y de mayor llegó a poseer 18.000 concubinas.

 

La vida del recién nacido Krishna corre peligro porque un oráculo ha predicho que un día pondrá fin a la vida de su tío el rey. Ante esta amenaza, el rey decide matarlo, pero su madre le confía a una pareja de pastores. De niño lleva una vida normal y se dedica a tocar la flauta mientras pacen las vacas de su rebaño. Empieza ya a interesarse por las mujeres: cuenta la leyenda que al ver a unas gopis (pastoras) que se están bañando, les esconde las ropas y disfruta con la turbación que les provoca cuando se ven obligadas a salir desnudas en busca de su vestimenta. Este episodio aparece representado en numerosos cuadros sobre Krishna.

 

Un día, Radha, una respetable mujer casada, conoce a Krishna en el bosque, y como era de esperar, se enamora perdidamente de él. Aunque Krishna tuvo numerosas amantes (incluso podía estar con varias al mismo tiempo en diferentes lugares), Radha es la principal protagonista del poema. El sufrimiento de Radha por la promiscuidad de su amante hace incluso temer por su cordura.

 

Pero no supongamos que Krishna sólo se dedicó al placer, también fue un gran guerrero.

 

Rama: Es otro avatar de Visnu, aunque su culto es bastante menos popular que el de Krishna, e igualmente su historia se relata en otro poema épico, el Ramayana. Rama es un príncipe exiliado por su padre, que prefiere que un hermano menor sea heredero al trono. Siguiendo los deseos de su padre Rama se va a vivir al bosque con su esposa Sita y uno de sus hermanos que no quiere abandonarlo. Sita es raptada por el rey Ravana, un demonio de 10 cabezas que la lleva consigo a la isla de Ceylán. Para liberarla Rama ataca a Ravana con la ayuda de una armada de monos dirigida por el rey monoHanuman. Rama regresa victorioso y recupera el trono que le correspondía, pero la felicidad no dura mucho porque Sita es acusada de haber cometido adulterio durante su cautiverio y es desterrada. Sita da a luz a unos gemelos de Rama durante su destierro. La epopeya tiene un final feliz porque tras unos años los esposos vuelven a vivir juntos.

 

El Ramayana, aun siendo menos extenso que el Mahabharata, duplica a la Iliada, la epopeya occidental más extensa y elaborada. Puesto que los arios procedían de centro Europa, el sánscrito es similar a otras lenguas antiguas, por ejemplo, el latín. Lenguaje complejo, el sánscrito es, al igual que el latín, declinable. Aun siendo una lengua muerta, todavía se puede escuchar en los mantras que recitan los brahmanes en los templos; oraciones que la mayoría de la gente no comprende, pero que escuchan con ferviente devoción. Otros libros que legaron los arios al hinduismo son los llamados Vedas, que serían equivalentes a nuestro antiguo testamento, y el Mahabharata al nuevo testamento.

 

Hanuman: El dios mono es uno de los más populares de la india. Es protector de los enamorados, así como símbolo de coraje y valor por lo que es venerado por los soldados. También es el dios de los deportistas. Su figura suele estar pintada de rojo. Hanuman puede volar, ya que es hijo del dios aire. Como hemos dicho anteriormente, la historia de Hanuman se narra en el Ramayana: de pequeño Rama se encapricha del mono de un prestidigitador de feria.

 

Éste se lo regala y vive con él varios años hasta que se separan. Después de algunos años Rama llama a Hanuman para que le ayude a rescatar a su esposa, que ha sido raptada por el demonio lujurioso Ravana.

 

Según la epopeya Sita en agradecimiento por haberla liberado le regala un collar de perlas. Hanuman las rompe una a una con los dientes y las escupe. Al preguntarle por este extraño comportamiento explica que no ha encontrado a Rama en las perlas y que por eso para él no tienen valor. Este relato nos muestra la profunda devoción que profesa Hanuman a Rama.

 

Pero Hanuman no sólo se caracteriza por su fuerza bruta también es un erudito que conoce los 4 vedas y todas las sagradas escrituras, aunque dada su profunda humildad nunca se jacta de su sabiduría.

 

Saraswati: Es la esposa del dios creador Brahma y protectora de la cultura. Se la suele representar tocando un instrumento de cuerda o sosteniendo algún libro. El vehículo que utiliza para manifestarse es un cisne blanco. Ella también viste de blanco como símbolo de pureza y las ofrendas que se le entreguen han de ser igualmente blancas.

 

Lakshmi: La consorte de Visnú representa la esposa ideal. Es la diosa de la riqueza y la prosperidad. Se la representa sobre una flor de loto y flanqueada por varios elefantes. Suele llevar ropajes rojos y una de sus 4 manos deja escapar monedas de oro, que representan la riqueza que la diosa concede a sus fieles. Laksmi es adorada principalmente por los comerciantes.

 

Parvati: Esposa de Shiva, del que está muy enamorada. Parvati tiene varias manifestaciones, siendo las más conocidas las de Durga y Kali. Cuando se la representa como Durga, la diosa de la guerra, va montada en un tigre y sus numerosas manos arbolan armas para luchar contra sus enemigos. Sin duda, su representación más espantosa es como Kali, la diosa de la muerte. Su lengua roja saliendo de su boca reclama la sangre humana. Adorna su cuello un collar de cráneos humanos y lleva un cinturón del que cuelgan brazos. En los templos se venera su imagen con sacrificios de animales, aunque antiguamente fueron humanos.

 

Ganesh: El dios con cabeza de elefante es sin duda el más popular entre los hindúes. Es portador de buena fortuna y se encuentra en la puerta de entrada de los templos, los palacios y las casas (el nombre de Ganesh significa dios de los guardianes). Según la tradición es hijo de Shiva y Parvati. La barriga de Ganesh se debe a su pasión por los dulces (muchas veces se le representa con dulces en la mano). Si nos fijamos veremos que todas las estatuas lo representan con un colmillo roto. Este colmillo lo perdió en la lucha contra un demonio, al que finalmente derrotó convirtiéndolo en un ratón, al que desde entonces obligó a servirle como vehículo.

 

Santoshi Mata, la hija de Ganesh, tiene el poder de encontrar un marido para cada joven india.

 

Sistema de castas

 

Fue impuesto por los arios cuando, procedentes del sur de Rusia, conquistaron la India. Rubios, altos y de piel clara impusieron el sistema de castas basado en el color de la piel (varma significa en hindú tanto casta como color). Los invasores arios ocupaban las cuatro castas superiores y el resto de la población quedaba relegado a las castas inferiores.

 

Las castas principales son: los brahmanes, sacerdotes que surgieron de la cabeza de Brahma; los kshatriya, nobles, príncipes y guerreros; los vaisya, campesinos, comerciantes y artesanos y en último lugar los sudra, siervos que surgieron de los pies de Brahma. Cada una de estas castas correspondía respectivamente a los colores blanco, rojo, amarillo y negro. A lo largo de la historia de la India el sistema de castas se fue haciendo cada vez más complejo: cada casta se subdividió en subcastas y así sucesivamente hasta alcanzar una cifra que puede rondar las 3.000.

 

Los individuos de diferentes castas no se suelen mezclar, tampoco se puede cambiar de casta ni celebrar matrimonios entre personas de diferente casta. Hasta no hace muchos años no se podía tener contacto físico con un intocable (parias sin casta y que tradicionalmente se han ocupado de las labores más impuras) ni siquiera tocar algo que hubiese estado en contacto con él. Otra curiosidad era que la comida de los brahmanes sólo la podía cocinar otro brahman (no todos los brahmanes son sacerdotes).

 

Dentro del hinduismo existen infinidad de sectas, una de las más curiosas, aunque hoy en día casi desaparecida, es el tantrismo. Famoso por sus ceremonias con sacrificios de animales y coitos rituales, que aunque desprovistos de sentido sexual, muchas veces degeneraban en orgía.

 

Símbolo OM

 

Es uno de los mantras (palabras sagradas) más importantes para los hindúes. Es el símbolo del Dios supremo que permite elevarse a un estado superior de la conciencia. La parte que se asemeja al número 3 simboliza la creación, la conservación y la destrucción del universo. El punto dentro de la media luna representa a Brahma. Es un mantra usado en la meditación para alcanzar la luz en las tinieblas, el conocimiento en la ignorancia y la paz y la alegría en las adversidades de este mundo.

 

El símbolo Om no es un símbolo del alfabeto sánscrito. Para los hindúes es el origen de todos los sonidos, letras y palabras.

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