EL AMOR
El amor es el sentimiento más lindo, puro y sublime que puede existir en el ser humano; solo las grandes almas, con un encuentro real consigo mismo y con su ser interior, pueden llegar a amar realmente; el amor es la vida palpitante en cada átomo, en cada noche y en cada día.
Desafortunadamente son muy pocos los seres capaces de vivirlo, se confunde con el apego, el deseo, la pasión, la lujuria y otros instintos animalescos que posee el ser humano, porque los antes mencionados son superficiales, vanos y superfluos; la pasión y el deseo se acaba pero el amor real jamás.
Para que haya amor real se necesita la comunión de almas y que exista afinidad en pensamiento, sentimiento y voluntad; donde hay cálculos matemáticos no hay verdadero amor; en él no se suma, no se resta, no se multiplica y no hay cuentas bancarias; tampoco es vital unas medidas perfectas, solo una belleza interior que siempre será reflejada en el exterior, con una mirada tierna, dulce y una sonrisa agradable que hace a este ser humano diferente a los demás.
Cuando no se cristaliza el amor en una pareja y solo viven de la pasión carnal, esta llega a un punto donde queda satisfecha y necesita nuevas experiencias, un cuerpo nuevo que le genere más placer, esto lo podríamos comparar con comernos los mismos frijolitos todos los días, que por un tiempo son deliciosos y nos apetecen pero después, ¿quién no desea que existan una variedad exótica de platos para podernos deleita? Por eso es importante que desde tú interior analices las consecuencias que te pueden traer cada uno de esos platos, de pronto, sí te generaran un placer momentáneo y fugaz, pero cada que busques ese placer, éste tendrá la tendencia de finalizarse más rápido y llega el momento que no te sientes bien con nadie y menos contigo mismo, pero ese será el instante apropiado para hacer una autoevaluación consiente de lo que ha sido tu existencia y de lo que puedes rescatar de ella.
Te invito a que valores al ser amado, lo admires, lo respetes y lo consideres; el beso del amor nos conduce a la adoración, el acto sexual es la substancialización del amor. Cuando el hombre y la mujer se unen sexualmente, se crea una magia especial y una energía superior; en la medida que el acto sexual se prolonga, se siente el éxtasis adorable, el disfrute pleno al cual tenemos derecho absoluto, sentimos una fuerza y una energía maravillosa que solo la proporciona ese instante divino, entonces nos estamos cargando de electricidad, magnetismo y energías superiores que fortalecen nuestra esencia.
Realmente no hay palabras como explicar el gozo tan especial de una pareja que se unen realmente por el vínculo del amor y la energía poderosa que llega a sus vidas, cuando se hace en adulterio o solo por satisfacción de deseo carnal, se cierran las puertas del edén del amor y se convierte en desilusión y desencanto, así nunca se logra la satisfacción; la lujuria nunca quedará satisfecha y siempre va querer más y más.
Dios es amor y el hizo al hombre y la mujer con el único fin de amarse y complementarse, para tener un éxtasis de tranquilidad y armonía, Dios siempre está en las parejas que se aman.
El Hombre nace del agua y el fuego, el agua es el semen y el fuego es la mujer que lo tiene que avivar continuamente y no permitir que se apague nunca.
Para lograr el verdadero amor en un a pareja, se necesita un hombre que ame excelente y una mujer que ame perfecto.
SOL MARÍA QUINTERO OSORIO
MAGÍSTER EN EDUCACIÓN
Envigado Colombia